Una verdadera multitud se dio cita el viernes por la noche en la parroquia Cristo Rey para participar de la misa de sanación presidida por el padre Rolando Tenti. En la oportunidad el párroco señaló, «no se puede ser Cristiano si no se es Mariano» y añadió, «María mira a cada uno de nosotros y sabe lo que pasa».
Durante todo el día, el templo estuvo colmado de personas que llegan de distintos barrios bandeños como así también capitalinos, para pedir la bendición de la Virgen del Rosario de San Nicolás.
El viernes por la tarde, el movimiento fue mucho más intenso. Toda la comunidad se volcó a la misa de sanación, buscando ese alivio para su alma o bien la cura para alguna dificultad física. Lo cierto que más de un millar de fieles (entre niños, jóvenes, adultos y adultos mayores) se acercaron a Cristo Rey para escuchar la Palabra de Dios transmitida por el padre Rolando Tenti.
En primera instancia el padre Tenti felicitó a las mujeres presentes en su día, «es una hermosa coincidencia lo que está sucediendo. Quizo Dios que la visita de nuestra Madre coincidiera con el Día Internacional de la Mujer».
Luego agregó, «Jesús nos amó tanto que nos regaló a su madre, a María. Estando en la cruz Jesús no pensó en lo que le iba a pasar a María, todo lo contrario pensó en sus discípulos. Juan en su evangelio, nunca dice quien es ese discípulo amado, justamente para cuando leamos el evangelio pensemos que ese discípulo somos cada uno de nosotros».
«Jesús conocía la debilidad de cada uno de sus discípulos y por eso le dice a María, mujer ahí tienes a tu hijo y agrega hijo ahí tienes a tu madre. Vale decir que le encargó a María que nos cuidara; por eso debemos confiar a la Madre que nos ayude y nos acompañe», sostuvo el presbítero.
Más adelante se explayó, «Jesús estando en la cruz le sobró amor, y desde ahí nos regaló a su madre y eso no se puede despreciar. Yo no se cómo leen, los hermanos de otras religiones la palabra, si en el evangelio dice clarito que María es nuestra Madre y ellos la niegan a María. No se puede ser Cristiano si no se es Mariano».
En otro tramo de su alocusión Tenti reflexionó, «María es la virgen de la esperanza nunca bajó los brazos. Ella es la virgen del dolor, porque toda su vida estuvo marcada por el dolor. Ella acompañó a su hijo en todo momento hasta el último instante de su vida».
Finalmente el sacerdote indicó, «María mira a cada uno de nosotros y sabe lo que pasa y seguro que le dice a Jesús como lo hizo en las bodas de Caná cuando miró y vio que no había vino y pidió a Jesús que interceda. Seguro que María le dice a su hijo que mire las dificultades de cada una de las familias presentes donde quizás se acabó el vino de la prosperidad y están reclamando por un trabajo digno para sostener a las familias; o se terminó el vino de la salud y piden la sanación por esa enfermedad y por otras tantas cosas. María nos conoce y sabe de nuestras necesidades y nunca nos abandona».
