Piden datos a Estados Unidos sobre los bienes de un intendente K apuntado por Elisa Carrió

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Julio Pereyra comanda el municipio de Florencio Varela desde 1992. Antes fue secretario político, concejal y asesor. Su único antecedente en el ámbito laboral privado se remonta a 1982, como trabajador telefónico. Por entonces vivía en una modesta casa, con su primera esposa y sus hijos. Desde entonces, abrazó la función publica como «método de vida».

Mientras se queja públicamente de sus ingresos como intendente, la Justicia investiga si se enriqueció de manera ilegal. Las sospechas están concentradas en el exterior. Según pudo saber Infobae, el juez federal de Quilmes, Luis Armella, prepara un exhorto para solicitar datos a los Estados Unidos: se sospecha que tiene una cuenta bancaria en ese país, aunque también podrían aparecer bienes no declarados a través de una sociedad off shore con sede en Orlando (Florida).

La causa contra Pereyra, uno de los intendentes que supo aliarse al kirchnerismo en los últimos años, se inició el año pasado por una denuncia de la diputada Elisa Carrió que lo acusó de enriquecimiento, desvío y malversación de fondos públicos, defraudación fiscal y evasión.

Carrió, a través de la abogada Mónica Frade, denunció que Pereyra es titular de dos autos: un Peugeot 3008 Feline Tiptronic HDI y un Ford Ranger DC 4×4 LTD 3.2. También arrastra decenas de viajes al exterior (algunos en primera clase) a países como Bolivia, Uruguay, Panamá, Estados Unidos, España, Austria o Alemania.

Pereyra vive actualmente en una casa quinta de 3400 m2 ubicada en el barrio «Los Ombues» en Florencio Varela. Según él mismo dijo en una entrevista con el diario local «Mi Ciudad», paga un alquiler mensual, pero hay muchas sospechas sobre esa versión. En los papeles, la propiedad está a nombre de la financiera Herbyes SA, constituida en la ciudad de Gualeguaychú, casualmente de donde es oriundo Pereyra. Los dos únicos accionistas de esa firma son empresas.

El intendente se fue a vivir a «Los Ombues» luego de su segundo divorcio con Natalia Salas, quien según la denuncia de Carrió estaría viviendo en el edificio Chateau de Puerto Madero. Una situación similar afronta su primera esposa. Y ninguna de las dos tendrían trabajos registrados.

¿Cómo paga Pereyra todos esos gastos? En la entrevista con «Mi Ciudad», en abril del año pasado, Pereyra dijo que no le alcanza su sueldo como intendente y por eso decidió dar charlas en el exterior.

«Cobro por charlas que doy en otros países porque los 50.000 pesos de mi sueldo no me alcanzan», se sinceró. Esa cifra quedó muy desactualizada. Según pudo averiguar Infobae con fuentes opositoras locales, actualmente cobra alrededor de 100 mil pesos por la antigüedad en el cargo, casi 25 años.

¿De qué habla Pereyra en esas charlas? «Municipalismo», responde sin ponerse colorado. «Yo no soy abogado ni arquitecto, si bien conozco un poco de cada cosa, pero puedo hablar de municipalismo. Y cuando hablo de esto, y lo hago afuera de mi trabajo, lo cobro….preparé en México a dos intendentes y en Ecuador también», dijo en su momento. Esas declaraciones periodísticas forman parte de la denuncia de Carrió.

Dicho de esa manera, las charlas en el exterior parecen una suerte de excusa para justificar bienes o cuentas en el exterior.

Concretamente, el juez Armella está decidido a avanzar sobre la supuesta existencia de una cuenta bancaria en Estados Unidos. El exhorto, que deberá afrontar todo el proceso diplomático, ya está en proceso, pudo saber este medio por fuentes con acceso a la causa.
Para Carrió, el posible enriquecimiento de Pereyra está vinculado de manera directa a su función como intendente y a los fondos públicos que recibió en los últimos años, especialmente desde el 2003, de parte del Gobierno nacional.

La denuncia, con la firma de la abogada Mónica Frade, menciona fondos para el Plan Federal de Viviendas y obras en bajo niveles. También hace hincapié en un puntero histórico de Florencio Varela, Francisco «Chicho» Basile, quien fue beneficiado con un contrato de recolección de residuos, a través de una cooperativa que ni siquiera contaba con logística para prestar el servicio.

Pereyra enfrenta esta investigación penal y un frente político muy complicado en su distrito: las encuestas de opinión le dan cada vez peor y perdió el control del Concejo Deliberante a manos de la oposición, que hoy cuenta con 15 concejales sobre 24.

«Empezó a tener límites que nunca había tenido y la gestión es cada vez peor», resumió el concejal de Cambiemos Dardo Ottonello. La situación es tan compleja que acaba de renunciar el presidente del Concejo Deliberante y hay una virtual acefalía.

Sin el control del Concejo, y alejado del kirchnerismo, Pereyra busca nuevo rumbo político. Es un GPS calculando.

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