Pinky reapareció en un programa de TV: reveló que tuvo un romance con Paul Newman y que había pensado en matarse

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Es una verdadera leyenda de la televisión argentina, y el mes próximo volverá a la pantalla chica luego de casi dos décadas de ausencia y de sobreponerse a un difícil cuadro de salud que la obligó a permanecer durante casi un año y medio en una clínica de rehabilitación.

Sin embargo, durante su paso por El Diario de Mariana, el ciclo que conduce Mariana Fabbiani por la pantalla de El Trece, Pinky no sólo aprovechó para referirse a eso sino que hizo un repaso por toda su vida y reveló secretos hasta ahora desconocidos de su historia personal.

«Vos también tenés muchos secretos, ya vamos a llegar a Paul Newman, no te creas que voy a dejar pasar a Paul Newman así como así», introdujo el tema la conductora.

«¿Paul Newman? Hay un actor que se llamaba Paul Newman, ¿no?», bromeó primero Pinky, para luego recordar su historia con el actor norteamericano.

«Yo estaba más rayada que un plumero. Había intentado matarme y Canal 9 tenía una inversión muy grande en mí, estaban desesperados. El gerente venía a mi casa a darme de comer en la boca. El canal me mandó a Mar del Plata para que me distrajera», comenzó con su recuerdo.

«Yo llegué a Mar del Plata, estaba sacando las cosas de la valija con mi amiga Micú, sonó el teléfono y eran del canal para decir que se había roto el microlín y que no podían trasmitir, pero que me quedara. Yo empecé a poner las cosas en la valija y Micú me dijo ‘¿qué estás haciendo?’. ‘Se rompió el microlín, me vuelvo a casa’. ‘Ah, claro, yo no soy nada, si vos te vas yo no puedo ir al almuerzo de los americanos’, me dijo ella», continuó con su relato.

«El almuerzo era en el Club de Golf, yo enfilé para la oscuridad y la soledad, pero me dijeron ‘¿a dónde va?, su lugar es en la cabecera’. Me sentaron a mí en la mesa, dejaron una silla libre y en la otra, Micú. Y de pronto la veo que se queda con la boca abierta y siento una voz en inglés que me dice buenas tardes», rememoró sobre cómo se le acercó el artista estadounidense.

«Él estuvo muy sabio, se sentó al lado mío y después cuando salíamos del comedor del Golf la gente se acercaba, nos pedía autógrafos, y él me pidió que lo acompañara a la fiesta de la noche», reconoció.

«¿Vos estabas en pareja, había algo que pensar?», indagó la conductora.

«Yo empecé a decir que no para recibir la patada de Micú, que me dijo ‘pero qué maleducada que sos’. Entonces le dije que sí. Después él me explicó que estaba fascinado porque las mujeres le metían mano y a veces lo lastimaban. Pero como iba conmigo, le abrían paso», explicó la legendaria actriz.

«Y entonces te pasó a buscar y llegaron a la fiesta, pero había una conexión, ¿algo había pasado ahí o no, te había gustado a vos? Imposible que no te guste Paul Newman», le preguntó con picardía Mariana.

«No lo había tenido en cuenta», respondió hábilmente la invitada.

«Pero para que la gente no se quede con la duda, ¿pasó algo o no pasó nada?», insistió Fabbiani.

«Todo», sorprendió Pinky. «Él me dio todos sus números de teléfono, el de Hollywood, el de Nueva York, el de Los Ángeles, pero yo no los usé nunca. Ese era el acuerdo que teníamos. Nos dijimos que una aventura era algo que empezaba y terminaba y era perfecto y no se tocaba. Yo era asquerosamente famosa y él, el ni hablemos, era el hombre más famoso del mundo», justificó el hecho de no haber seguido luego con la relación.

«Yo me quería morir, la noche en Mar del Plata que yo tenía todo planeado él se dio cuenta. Le pidió al chofer que nos llevara a dar una vuelta grande y fuimos de Constitución al Faro. Habló mucho en ese viaje y terminó diciendo que cuando uno vive estas circunstancias, si es una persona inteligente, o tolera lo que viene o se dedica a otra cosa», concluyó.

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