Hasta el 58% de la población cubana sufrirá apagones simultáneos este viernes, en el horario de mayor demanda eléctrica, como parte de la profunda crisis energética que atraviesa el país.
El corte de suministro afectará especialmente durante la tarde-noche, periodo en el que la capacidad de generación eléctrica será de solo 1.440 megavatios (MW) frente a una demanda máxima estimada de 3.380 MW. Esto provocará un déficit de generación de 1.940 MW y una afectación real de 1.970 MW, dejando a más de la mitad del territorio nacional sin electricidad durante varias horas.
La situación inmediata responde a que la mitad de las 16 unidades termoeléctricas operativas están fuera de servicio por averías o mantenimientos, cuando deberían aportar el 40% de la matriz energética.
Además, 83 centrales de generación distribuida basadas en motores no están funcionando por falta de combustible como diésel y fueloil, y cerca de una decena más permanecen paradas por ausencia de lubricante. Estas instalaciones también representan otro 40% del suministro eléctrico nacional.
Las causas estructurales de la crisis energética en Cuba son atribuidas a las frecuentes roturas en las centrales térmicas, que acumulan décadas de explotación; y a la falta de divisas para importar el combustible necesario.
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Por su parte, expertos independientes apuntan a una infrafinanciación crónica del sector, bajo control estatal desde 1959, como el principal factor detrás del deterioro de la infraestructura y la incapacidad para responder a la demanda.
Las consecuencias de los apagones se reflejan en la vida cotidiana y en la economía nacional. La duración de los cortes supera las 20 horas diarias en muchas regiones, lo que ha contribuido a una contracción económica del 11% en los últimos cinco años, con previsiones negativas para el cierre del ejercicio actual.
Además, la persistencia de la crisis eléctrica ha generado un clima de malestar social, que se ha traducido en manifestaciones y protestas en distintos puntos del país.
La magnitud y frecuencia de los apagones han convertido a la crisis energética en un factor central de la tensión social en Cuba, impulsando el descontento y la movilización ciudadana en los últimos años.
Fuente Infobae


