El joven y reformista príncipe heredero Mohammed bin Salman sacudió a la política del reino este sábado arrestando a decenas de miembros de la familia real y ex funcionarios de gobierno acusados por corrupción, al tiempo que con el beneplácito de su padre, el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, reemplazó a numerosos ministros.
Entre los muchos caídos en desgracia figura el también príncipe Al Waleed bin Talal, sobrino del rey y exitoso empresario multmillonario, detenido junto a decenas de otros hombres poderosos en el país.
Con una fortuna valuada en 18.700 millones de dólares, según la revista Forbes, Bin Talal es el árabe más rico del mundo, dueño y presidente del Kingdom Holding Company que posee participaciones en gigantes estadounidenses como Citigroup, Apple, 21st Century Fox y la red social Twitter.
El también filántropo nació en Jeddah, Arabia Saudita, en la familia real y estudió en las universidades de Menlo y Syracuse, en California, Estados Unidos. Como la mayoría de los sauditas, hizo su fortuna en el petróleo pero luego derivó sus inversiones a otros intereses.
Bin Talal también tiene una larga historia personal con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se remonta a la década de 1990.
Según recuerda la cadena NBC, el magnate árabe de 62 años ayudó dos veces a Trump en épocas de complicaciones económicas. En 1991 adquirió su yate, y en 1995 compró al republicano el hotel Plaza de Nueva york, que en ese momento se encontraba hundido en deudas.
Ambos millonarios protagonizaron un duro intercambio en Twitter varios años después y durante la campaña presidencial. «Eres una desgracia para el Partido Republicano y para Estados Unidos. Abandona la campaña ya que nunca ganarás», había dicho Bin Talal luego de que Trump prometiera prohibir el ingreso de musulmanes al país.
El entonces candidato a la presidencia respondió que «Waleed bin Talal quiere controlar los políticos estadounidenses con el dinero de su papi. No podrá hacerlo cuando gane».
También lo acusó de controlar la programación del canal Fox, aunque su participación en esa empresa alcanza apenas el 1%.
Fuente: Infobae