Cualquier persona que ingrese del extranjero al Reino Unido deberá aislarse desde este lunes por 14 días para evitar nuevos brotes de coronavirus y se impondrán multas de hasta 1.000 libras (1.250 dólares) para aquellos que violen la normativa.
Los que lleguen en avión, ferry o tren, incluidos los ciudadanos del Reino Unido, deben otorgar además una dirección donde cumplirán la cuarentena.
Sin embargo, hay exenciones para los trabajadores de algunas industrias, como las de transporte por carretera y los profesionales médicos que prestan cuidados esenciales.
Todos los demás viajeros tienen que rellenar un formulario de «localizador de pasajeros de salud pública» a su llegada.
El incumplimiento de esta obligación puede acarrear también una multa de 100 libras esterlinas (125 dólares), o se denegará la entrada a los viajeros.
Si no pueden proporcionar una dirección, el gobierno organizará el alojamiento a expensas del viajero e investigará si se siguen las normas.
Según la ministra británica de Interior, Priti Patel, aunque Escocia, Gales e Irlanda del Norte, el resto del Reino Unido, han establecido sus propias medidas, las leyes fueron diseñadas «para prevenir un segundo brote» de coronavirus.
La medida afecta particularmente al sector de la aviación, el más golpeado por la crisis de salud así como el turismo en general, con aeropuertos cerrados, aviones en tierra y miles de empleos perdidos.
En ese sentido, las tres aerolíneas más grandes del Reino Unido iniciaron acciones judiciales contra el gobierno en un intento por anular las normas de cuarentena que entran en vigencia hoy.
El propietario de British Airways, junto con Ryanair y EasyJet, enviaron una carta previa a la acción judicial que explica el por qué creen que los movimientos, que obligarán a los pasajeros aéreos que llegan del extranjero a aislarse durante 14 días, son ilógicos e injustos.
La aerolíneas argumentan que las medidas de cuarentena son más estrictas que las aplicadas donde los riesgos son mayores e imponen mayores restricciones a las llegadas que a las personas infectadas con el virus.
Por su parte, el director de la aerolínea Ryanair, Michael O’Leary, le dijo a la BBC que se podría estar en un supermercado, en la playa o en el campo de golf en el improbable caso de que las autoridades te llamen, «todo lo que tendrán es un número de teléfono móvil».
Según O’Leary , hasta incluso el Ministerio del Interior reconoció que las normas eran inaplicables.
La medida se implementa al mismo tiempo que las restricciones a la cuarentena impuesta el 23 de marzo pasado en el Reino Unido, continúan relajándose a pesar de la cantidad de contagios y muertes por el virus que aún persiste en el territorio británico.
Desde hoy reabren algunos comercios no esenciales, concesionarias de automóviles y los trabajadores pueden volver a sus trabajos si realmente es necesario.
El Reino Unido registra un total 40.542 muertes por coronavirus, según el Departamento de Salud Británico.
Fuente: telam