Las tortugas caimán, también conocidas como Macrochelys temminckii, son ejemplares que viven en el sureste de los Estados Unidos. Se pueden encontrar en los pantanos y ríos de Florida ya que son originarios de los entornos de agua dulce. Sin embargo, un grupo de veterinarios ingleses quedaron descolocados luego de que se les informara que encontraron uno de estos animales muy lejos de su hábitat natural.
Una tortuga de este tipo fue descubierta en el lago Urswick Tarn, muy cerca de la localidad de Ulverston. El animal posee un caparazón muy peculiar parecido a la de una armadura, puede llegar a medir hasta un metro de longitud y pesar 90 kilogramos. Su mandíbula es tan potente que con ella puede perforar huesos.
La persona que se topó con la tortuga fue la concejal parroquial Denise Chamberlain que, al haber vivido por un tiempo en los Estados Unidos, sabía que tenía que ser muy cuidadosa a la hora de agarrar al ejemplar.
Los expertos creen que el reptil fue abandonado por su dueño en el condado de Cumbria. Además, apareció en un estanque que presentaba características muy parecidas a las de su hábitat natural. Las Macrochelys temminckii suelen cazar en embalses, utilizando la técnica de camuflarse con el barro y atrayendo a los peces con su lengua brillante.