Ricky Martin: “Estoy mejor que nunca”

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Ricky se siente energizado, pero asegura que su prioridad ya no es convertirse en un número uno

A juzgar por lo que narra en su autobiografía Yo, la vida de Ricky Martin tiene muchos momentos bisagra, de esos que marcan un antes y un después. Pero ninguno resultó tan revolucionario ni liberador como el de marzo de 2010. Es que en ese momento el cantante puertorriqueño se declaró abiertamente homosexual, dinamitó así imperativos y prejuicios y le gritó al mundo sus singularidades y sus preferencias, para desacralizar al popstar envuelto en una nube de misterio.

Ricky corrió un velo muy pesado y se siente energizado. Lo confirma vía correo electrónico, tipeado desde Punta del Este: “Por supuesto que sí, hermano, me siento mejor que nunca. Estoy viviendo una etapa de mi vida muy importante. Una etapa de transparencia, desprendimiento y, sobre todo, de agradecimiento por todo lo que he podido experimentar durante estos últimos tres años. De haber sabido lo bien que me iba a sentir, lo hubiese hecho hace mucho tiempo”.

Queda claro, entonces, que el combate es contra ciertas imposiciones crueles del show business, aquéllas que exigen aparentar algo que no sos. “He padecido esos imperativos a los que aludes. Lo describo con detalles en mi libro. La constante presión de no defraudar a mi público, y el miedo de dañar mi carrera por la que había trabajado tan arduamente durante tantos años, provocaron momentos de mucha ansiedad y confusión, pero sé que tuve que pasar por eso para convertirme en la persona que soy hoy en día”.

Luego se reivindicará a sí mismo por el arrojo de aceptarse tal como es mediante una red social: “Hay que tener coraje para hacerlo como yo, en Twitter. Tuve temor de que acabara con mi carrera pero no pasó. Cuando apreté ‘send’ me sentí liviano y recibí el abrazo de mis padres. Ojalá todos hicieran eso con sus secretos. De adolescente y adulto me preocupé por trabajar y ser aceptado, pero ya no, y hay quienes van por esta vida con temores siempre”. Es en ese contexto renacentista que se inscribe el disco Música Alma Sexo (MAS). “Siempre quise ser el número uno para ser aceptado, pero ahora con este disco reflejo otra cosa. Ya no me interesa eso, ya lo fui. Fueron muchos años de encontrar mi dignidad. Ahora puedo decir que quiero darles a mis hijos un hogar lleno de amor y honestidad, donde todo sea abierto”, señala un pleno Ricky Martin, en pareja desde hace años con Carlos González y, en efecto, padre en ejercicio responsable de Matteo y Valentín, a quienes lleva consigo en la gira que mañana y el martes lo traerá al Orfeo Superdomo.

–¿Cómo ejercitás la paternidad con tantas exigencias? ¿Es una opción llevar a tus niños de gira?
–Mis hijos son mi vida y desde el principio decidí que me acompañarían en la gira. Yo soy su estabilidad y ellos la mía, no importa si estamos en casa o viajando por el mundo. La verdad es que la estamos pasando muy bien, cada día es algo diferente y ya están en una edad donde entienden lo que hago. Hemos creado un horario que me permite pasar mucho tiempo con ellos y a la vez cumplir con mis obligaciones profesionales.

El espectáculo de presentación de Música Alma Sexo (MAS) constituye una alegoría de la propia vida de Ricky, de sus primeros años “menudos” a su resonante “salida del clóset” y la reivindicación de su identidad. “En el show recuerdo mis inicios, repaso mi crossover y hablo de qué están hechas mis emociones hoy. Y terminamos de fiesta, quitándonos la ropa”. ¿Tanto así, Ricky? “Bueno, en un sentido figurado. Porque el señor Giorgio Armani ha diseñado todo el vestuario de los bailarines, los músicos y el mío, y hay que tenerle un respeto”, completó.

–Tu show anterior contaba con plataformas móviles, tenía una fuerte sensación de ilusionismo. ¿El nuevo?
–Preparamos un concierto bien exigente y completo a nivel musical, pero sumamente teatral a la vez, donde podemos jugar con diferentes personajes y coreografías, además de contar con el vestuario de Giorgio Armani. Es una gran producción.

–La resolución estética de esta gira, ¿es producto de tu imaginación o resulta de la interrelación con alguien?
–Cuento con un equipo creativo increíble con el que llevo trabajando muchos años. Son sus miembros quienes me ayudan a materializar mis ideas. Por supuesto, la música es parte fundamental a la hora de crear el show y la que determina hacia donde lo queremos llevar. Para MAS debíamos incluir todos los elementos de una manera pura y orgánica, con coreografía y vestuario muy representativo al mensaje que yo quería transmitir. Estoy muy satisfecho con el resultado, creo que es el mejor show de mi carrera.

Para llegar a esta nueva plenitud Ricky tuvo que pasar por un momento de extrema reflexión, en el que se sumió tras un viaje a la India. En sintonía con la meditación del yoga, se apartó del concepto de penitencia que plantea el catolicismo. “Tengo contacto directo con mi ser superior y, a mí, Dios no me urge, me quiere como soy. Mi Dios es luz, no es penitencia, es calma”, asegura. Los amantes del pop en su faceta más hedonista temen que tanta espiritualidad desactive al artista pop voraz, ambicioso. Olvídense. Ricky mantiene el instinto del entretenedor nato. “Tengo muy en claro que en este negocio vale la euforia, la adrenalina. Armé un show en esos términos”.

El tercer elemento
La incógnita con respecto al nuevo espectáculo es si tendrá la carga sexual de la que adolece el disco que lo inspira. Porque MAS tiene Música, tiene Alma pero el tercer elemento (el Sexo) se ausenta o, en todo caso, está apenas sugerido. Martin: “El show es muy sensual y provocativo. Es muy coqueto, muy cabaré y bastante creativo. Lo erótico aparece de una manera muy artística, con mucho gusto y clase”.

–Dado este presente pleno, ¿cuál sería la nueva meta por alcanzar?
–¡¡¡Broadway!!! Estoy muy emocionado de poder regresar al teatro y formar parte de una gran obra como lo es Evita. Compartir con la audiencia noche tras noche interpretando al Che y enfrentar a los críticos es mi próximo reto.

Manos cruzadas, no
En esta etapa también se impone el Ricky Martin militante. Los crímenes de odio en su isla le despertaron un coraje que no pudo poner en palabras, según manifestó. “Los casos fueron tan escabrosos y aterradores que no puedo sino sentir repulsión, indignación y un deseo de mover montañas para que estas cosas dejen de suceder”, reveló el artista que, recientemente y de paso por Montevideo, reafirmó enérgico su condición de activista. “Soy como el agua, voy a entrar por donde no quepo”, dijo, y destacó la posibilidad de hablar con los “líderes que creen en la igualdad en muchos aspectos”. A pedido, Martin revela cuál es su lucha prioritaria: “Mi misión principal es la lucha contra la trata humana. Es un mal que afecta a millones de personas alrededor del mundo y necesitamos toda la ayuda para poder combatirlo. Es por eso que me siento muy agradecido de poder reunirme y contar con el apoyo de importantes figuras que pueden, a través de leyes, lograr que esto acabe por completo”.

“La tarea de crear conciencia sobre este problema es ardua y constante, a través de mi fundación hemos logrado cumplir importantes objetivos durante los últimos 10 años, pero todavía nos queda mucho por recorrer. Tengo fe que más personas se unirán a esta lucha”, redondeó.

–Leímos en Twitter que te afectó mucho el desenlace del caso Candela. ¿Qué deberíamos hacer para que no nos gane la resignación?
–¿Y a quién no le va a afectar? Estamos hablando de la pérdida de una niña… Espero que se haga justicia por Candela. Es necesario. Como mencioné anteriormente, debemos seguir creando conciencia para que ni un alma más sea víctima de estos horrores. De nada sirve quedarnos con las manos cruzadas.

Fuente: La Voz del Interior

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