Después de renunciar dos veces al seleccionado nacional, Juan Román Riquelme volverá a vestir la camiseta celeste y blanca a los 33 años. Pero la historia de amores y desencuentros entre uno de los jugadores más exquisitos que dio el fútbol argentino con la celeste y blanca empezó mucho antes.
Riquelme se calzó la camiseta argentina por primera vez en 1997, cuando José Pekerman lo convocó para disputar el Sudamericano Sub 20 de Chile, en el que el representativo nacional recuperó el liderazgo en la región tras 30 años.
Luego participó del Mundial que se desarrolló esa misma temporada en Malasia y en el que Argentina se coronó, tras vencer a Uruguay, donde el enganche fue capitán.
Su primera convocatoria para el seleccionado mayor llegó meses después cuando Daniel Passarella lo llamó para disputar el último partido de las Eliminatorias para el Mundial de Francia 98. Y Riquelme, con 19 años, ingresó en los últimos minutos del empate 1-1 ante Colombia. Más tarde, quedaría fuera de la lista que iría a la Copa del Mundo que finalmente quedó en poder de los galos.
Marginado del equipo que actuó en el Mundial de Corea y Japón 2002 por Marcelo Bielsa (sólo jugó 7 partidos desde 1999 a ese año), Riquelme jugó su única Copa del Mundo en Alemania 2006, donde José Pekerman le dio la camiseta número 10. Jugó 5 partidos, no convirtió goles y su rendimiento fue de más a menos.
Tras la eliminación del Mundial, Riquelme, inesperadamente, renunció al equipo en una nota televisiva, aduciendo que las críticas negativas que había recibido habían afectado la salud de su madre.
Pero en 2007, tras jugar una brillante Copa Libertadores que ganó con Boca Juniors, Alfio Basile lo convocó para jugar la Copa América de Venezuela y fue una de las figuras del equipo, que lució hasta caer en la final con Brasil por 3-0.
Titular en los primeros encuentros de las Eliminatorias para Sudáfrica 2010, no pudo estar en la derrota ante Chile por 1-0 en Santiago que derivó en la salida del «Coco» del cargo de entrenador nacional.
En ese período también se dio el gusto de colgarse la medalla dorada con el equipo que ganó los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, de la mano de Sergio Batista. Pero tras recibir una crítica de Diego Maradona, quien se había hecho cargo del equipo tras la salida de Basile, volvió a renunciar al equipo.
«Se terminó la selección para mí, lo tengo claro. Me he enterado de que no iba a (jugar contra) Francia por la radio. Tengo una manera de pensar muy transparente, tengo códigos y no son los mismos que tiene el director técnico», dijo Riquelme despidiéndose del equipo nacional.
Pero este año, con Batista ya como entrenador, manifestó sus ganas de regresar antes de la Copa América. No se le dio pero ahora, convocado por Sabella, volverá al seleccionado y a ponerse la camiseta celeste y blanca, esa que vistió en 54 ocasiones,
convirtiendo 18 goles.
Juan Sebastián Verón tiene una historia de idas y vueltas con el seleccionado argentino de fútbol, con el cual generó elogios, diferencias y dudas, aunque hoy aparece como un emblema en la lista de jugadores locales que entregó el entrenador Alejandro Sabella para los dos próximos partidos ante Brasil, por la Copa Nicolás Leóz.
Su debut en el seleccionado mayor se produjo de la mano de Daniel Passarella y en Francia 1998 jugó su primer Mundial, llegando con el equipo albiceleste hasta los cuartos de final, instancia en la que fueron eliminados con Holanda.
Cuatro años más tarde en Corea y Japón, fue el eje de aquél conjunto de Marcelo Bielsa que llegaba como gran candidato a obtener la corona, pero la falta de recursos del equipo y sin tener un «Plan B», hicieron que Argentina quedara eliminada en primera ronda.
Allí, Verón quedó inmortalizado en la retina de los hinchas por un gesto que hizo pidiendo calma en el partido ante Suecia, cuando los albicelestes, con el cronómetro en rojo, empataban 1 a 1 y se despedían de la Copa del Mundo.
La vuelta al seleccionado la tuvo en 2007, por su gran presente en Estudiantes de La Plata, de la mano de Alfio Basile, quien lo convocó para jugar la Copa América de Venezuela 2007, quizás la última imagen de buen juego que dio un equipo argentino, perdiendo la final con Brasil por 3 a 0.
Diego Armando Maradona se fijó en él en la última etapa de Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Sudáfrica 2010 y llegó al campeonato como titular, pero terminó en el banco de suplentes.
Verón jugó su último partido en el seleccionado en los octavos de final ante México, choque en el que Argentina ganó por 3 a 1 y logró la clasificación a cuartos, instancia recordada por la goleada que le propinó Alemania por 4 a 0, que significó la vuelta a casa una vez más con las manos vacías.
En 2011, quedó al margen de la Copa América y no fue tenido en cuenta por Sergio Batista, ya que sus constantes lesiones le hicieron perder minutos futbolísticos. Todavía sin estar recuperado totalmente de su tobillo derecho, Sabella le dará la oportunidad en el seleccionado, en búsqueda de afianzar un grupo y preparar un equipo sólido para recuperar el prestigio en el Mundial de Brasil 2014.
Fuente: Infobae
