«En esta Cámara hace poco aceptamos pagar las deudas externas (con los holdouts), es hora de que empecemos a saldar las deudas sociales». La frase del senador Daniel Lovera (PJ-FpV – La Pampa) sonó como un sutil pase de facturas y anticipó el tsunami parlamentario que los operadores del gobierno nacional no pudieron contener.
Una de las peores pesadillas del macrismo comenzó a materializarse anoche en el Senado: los legisladores opositores unieron fuerzas y le dieron media sanción al proyecto de ley que prohíbe los despidos por un lapso de 180 días, tanto en el ámbito público como en el sector privado.
En una sesión especial que duró casi 8 horas, la iniciativa fue avalada por 49 votos a favor y 15 en contra. En esta ocasión pareció cerrarse la grieta que divide al bloque del PJ-FpV: todos sus integrantes apoyaron el proyecto. Ahora la pelota pasó a la Cámara baja, donde los referentes del oficialismo deberán transpirar para juntar las firmas que le permitan derribar el proyecto.
Vanguardista fue la jugada de Marcos Peña, que dio el primer paso horas antes de que el Senado aprobara la emergencia ocupacional: mientras presentaba su primer informe de gestión en Diputados, el jefe de Gabinete lamentó «que ambas cámaras hayan metido esta propuesta» sin consultar al Gobierno. «Van a evitar que las empresas tomen empleados», avisó.
Ese argumento, tal vez el más fuerte que esgrime el oficialismo para rechazar la emergencia ocupacional, fue desestimado por el senador Juan Mario Pais (FpV – Chubut): «Eso es mentira… esto no generará que las compañías no contraten gente, porque no rige para los nuevos contratos de trabajo; sólo protege a los que tienen una relación por tiempo indeterminado».
Las primeras alocuciones de la sesión en la Cámara alta fueron un tráiler de la película que se iba a proyectar a lo largo de toda la tarde-noche. Los opositores impulsaron de manera contundente la ley antidespidos y algunos lanzaron filosos mensajes para fundamentar su posición.
«En la época de Carlos Menem se decía que de Sierra Grande iba a salir la revolución productiva. Al poco tiempo echaron a 1.000 trabajadores», equiparó la legisladora rionegrinaMaría Magdalena Odarda, sentada de frente al ex Presidente riojano… El hoy senador ni se inmutó.
La primera voz disonante de la sesión fue la de Federico Pinedo (Cambiemos): «Lo que tenemos que preguntarnos es si el cambio de reglas de juego es bueno para generar los cientos de miles de puestos de trabajo que quiere generar la Argentina. Nosotros creemos que no (…) Se está haciendo una propuesta acotada que no se preocupa por la situación del trabajo en negro, ni por la situación de las pequeñas empresas».
El senador Luis Naidenoff (UCR – Formosa) habló de la «amnesia de los que gobernaron 12 años» y hoy reclaman como oposición. «Este no es el camino», sentenció el radical, un rato antes de que Pamela Verasay (UCR – Mendoza) hiciera ruido con una reflexión estridente: «Qué bueno dictar la emergencia ocupacional, justo cuando se viene una marcha sindical… Muy bueno como estrategia política, pero nada útil para colaborar en la reactivación de la economía».
En el tramo final del debate llegó el turno de Miguel Ángel Pichetto -líder del bloque PJ-FpV y tal vez la voz más esperada de la jornada-, que primero rechazó las propuestas para modificar el proyecto y luego justificó su postura con un marcado y filoso perfil opositor.
«Nadie debe sorprenderse por este debate, el Senado no se va a alejar de los trabajadores», lanzó a modo de respuesta para los que se animaron a catalogarlo como un opositor friendly.
«Yo quiero que al Gobierno le vaya bien, pero esperábamos algunos gestos y reflejos que debería tener. Si hubieran hecho un acuerdo para frenar los despidos por 180 días a la espera de que mejore la economía, tal vez hoy este senador no estaba tratando esta ley…», especuló.
Finalmente sorprendió con un pase de factura que estaba fuera de libreto: «También esperamos que las provincias reciban lo que acordaron, firmaron un acuerdo para que les restituyan el 3% (de coparticipación) este año y… Nosotros acompañamos para salir del default, pero esperamos que se cumpla con las provincias, que se respete la palabra…».
Los que hace un mes fueron aliados para facilitar el acuerdo con los holdouts, hoy le provocaron un tremendo dolor de cabeza al gobierno nacional. Esta vez la oposición dijo Cambiemos.
Marcos Quintans/Infobae