La jueza electoral María Servini de Cubría aclaró hoy que quien no emita su voto en las elecciones primarias y justifique por qué no lo hizo podrá sufragar normalmente en los comicios generales de octubre.
«Si hoy no vota y viene a justificar por qué no votó, el ciudadano quedará automáticamente habilitado para participar en las elecciones de octubre. La advertencia es para quien no vote y no explique por qué no lo hizo», aclaró Servini de Cubría, en diálogo con periodistas en el Palacio de Tribunales.
La jueza destacó la «participación ciudadana» en la organización de la jornada electoral y celebró que hubo «exceso de autoridades de mesa» porque los ciudadanos voluntariamente se prestaron para esas tareas. Días atrás, ese había sido uno de los principales temores de la Justicia electoral.
La jueza aclaró, no obstante, que algunas autoridades «pudieron haber sido desplazados a otras mesas donde faltaban autoridades», pero descartó que ello obedeciera a advertencias sobre la imposibilidad de pagarles el jornal por falta de fondos electorales.
«Vamos a tratar de que cobren todos. Antes de cobrar tienen que pasar por la Secretaría Electoral para que le autoricemos el pago y yo me voy a ocupar de que se arbitren los medios para que todos cobren», dijo Servini de Cubría.
Recorrida imprevista. La jueza recorrió algunas escuelas porteñas en las que fueron detectados problemas con los colores de las boletas de los comicios primarios.
Servini visitó el Colegio Carlos Pellegrini y la Escuela Argentina Modelo, en donde las autoridades de mesa habían detectado boletas que tenían colores diferentes a los homologados por la Justicia electoral.
Tinta fresca. Una de las principales quejas de los votantes fue la del abastecimiento y el tamaño de las boletas en el Gran Buenos Aires (que, en algunos casos, no entraban en los sobres) y la tinta para los sellos.
Fuentes judiciales explicaron que en toda la Capital Federal y también en otros puntos del país las almohadillas provistas por la justicia electoral y la tinta para ellas careció de la calidad suficiente para sellar los documentos tras la votación.
La jueza federal María Servini de Cubría reconoció el problema y explicó que los funcionarios electorales recomendaron agregar agua a las almohadillas. Pero hasta esa idea fue insuficiente. «Hubo gente que se retiró sin la libreta sellada pese a que había emitido el voto», admitió Servini.
Mientras tanto, quienes sí tuvieron tinta, se encontraron frente a otro inconveniente: el papel de los DNI nuevos. La calidad del papel de los nuevos DNI es menos abrasiva que la de los anteriores y, en consecuencia, la tinta no seca adecuadamente y tiende a deslizarse sobre su superficie.
Sobre ello, la magistrada anunció que «para las elecciones de octubre se dispondrá la provisión de una tinta especial que se impregne adecuadamente en los nuevos DNI».