Teté Coustarot: “Cumplo 70 años y estoy dispuesta a festejarlo con todo”

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Es de esas mujeres que saben que la edad es sólo un número. Y, por ende, no dudan en decirla. “¿Qué gano con ocultar mis años? Hoy cumplo 70 y estoy cómo para festejarlo con todo”, asegura Teté Coustarot. Sin embargo, esta fecha tan especial en su vida agarró a la conductora en medio del aislamiento social obligatorio dispuesto por la pandemia del coroanvirus. Así que no le quedó más remedio que conformarse con una celebración virtual.

—¿Qué significa esta nueva década para vos?

—Siempre digo que hay mucha gente obsesionada con los números, tanto por la edad como por los kilos. Pero, para mí, nunca han sido una obsesión. Así que jamás se me dio por sacarme años. Esa lucha contra el paso del tiempo es absolutamente inútil. A la edad hay que acompañarla. Y yo me siento bárbara. Por supuesto que decir 70 me impresiona. Sobre todo, cuando miro para atrás y veo la cantidad de cosas que he pasado y que he hecho. Pero eso también es muy estimulante. Porque, hasta ahora, he tenido una vida muy plena.

—De eso se trata: de mirar para atrás y estar conforme con la propia experiencia…

—Sí. Y yo en todo momento he tratado de ser muy sincera conmigo misma, de no engañarme. Así que siempre actué naturalmente. Y hoy estoy feliz de cumplir años. Lo raro es tener que festejarlo por Zoom con todos mis amigos.

—¿Tenías prevista una gran fiesta para esta fecha?

—A mí siempre me gustó festejar mi cumpleaños. Es un día en el que, desde la mañana, empiezo a recibir llamados. Y es muy lindo porque, además, a veces me saluda gente que yo ni me imaginaba que se pudiera acordar. También hay algo fantástico y es que, como yo cumplo el día de la Bandera, que es feriado, cuando lo celebro de noche a la mañana siguiente no hay que despertarse temprano. Y de chica, cuando lo hacía de día, nadie tenía clases así que era genial.

—¿Te angustia no poder hacer nada de eso este año?

—No, no, no. Ante las situaciones que son irremediables, yo no me pongo mal porque es un gasto de energía en vano. Ya lo festejaré en algún momento. Aparte, mirá cómo será mi temperamento, que en algún punto digo: “Es original”.

—Dentro de algún tiempo, lo contarás como una anécdota: “El día que festejé encerrada”.

—Totalmente. Lo importante es que las mujeres estamos en una etapa de mucha plenitud y que, esto de estar en casa también nos ha dado tiempo para la reflexión.

—¿Vos estás pasando la cuarentena con tu pareja, Carlos Gaziglia?

-Por suerte, sí.

—¡Menos mal que, después de 12 años de pareja, decidieron irse a vivir juntos en 2018!

—¿Te diste cuenta? Menos mal… Igual, creo que ante esta situación, también lo hubiéramos hecho. Es muy agradable compartir. Y ha sido una prueba que hemos superado, porque estamos bien los dos.

—Si logran resistir la convivencia 7 x 24, están para muchos años más en pareja…

—Obviamente, porque no todo el mundo lo está llevando bien. Pero yo trabajo también desde casa, así que estoy ocupada. Sigo haciendo mi programa de radio, Qué noche Teté, los domingos de 21 a 24 hs. por Radio 10. El mes pasado tuve el share más algo de la emisora, así que siento que coincide lo que la gente tiene ganas de escuchar con lo que a mí me gusta hacer. Y eso me gratifica.

—Pero además seguís haciendo televisión…

—Sí, estoy con dos programas en A24. Uno se llama Con vos 24 horas, porque es un programa de salud en el que hablamos con la COFA que es la Confederación Farmacéutica Argentina. Y otro de Tucumán, Tuc 200 años de Historia, que antes era muy turístico y ahora a cambiado un poco. Pero grabo todo sola desde mi casa y, después, en la producción editan todo.

—¿O sea que no estás saliendo para nada?

—Sólo para hacer las compras indispensables. Fijate que hasta grabé un comercial en casa, con el teléfono. Es increíble lo que ha sucedido. Porque, con el tema de la pandemia, se aceleró el proceso que nos estaba llevando al home working. Así que, en tres meses, se modificó todo. Y este es un cambio que llegó para quedarse, porque las empresas se dieron cuenta de que es posible.

—Lo que esperemos que no se quede es esto de no poder abrazas a los afectos. ¿Cuánto hace que no ves a tu hija, Josefina, y a tu nieta, Sayi?

—Ellas pasan y yo las veo desde el balcón. Así nos saludamos. Mi nieta tiene 22 años y está estudiando psicología en la Universidad de El Salvador, aunque ahora lo hace online. Y estamos en contacto permanentemente. Pero bueno, es muy duro todo lo que está sucediendo en el mundo. Yo trato de participar ayudando a gente que cocina y hace viandas para los necesitados. Intento poner mi granito de arena en lo que puedo. Pero creo que todavía no somos conscientes de lo que está pasando.

—¿Qué es lo que más extrañás de lo que era tu vida “normal”?

—¡La calle! Yo soy callejera, siempre me definí así. Me encanta salir, andar por todos lados…Y lo extraño muchísimo. Al igual que los viajes. Pero yo no me rebelo contra lo que no se puede cambiar.

—Siempre tuviste una filosofía de vida muy sabia…

—Sí, pero igual es bravo. Es una situación que nos lleva a tener cuidado y tomar conciencia de lo vulnerable que es todo. Yo, mientras estoy en casa trato de hacer procesos creativos, limpio, cocino… Menos planchar, que lo detesto, hago todo. ¡Hasta me corté el pelo sola!

—¿No me digas?

—Totalmente. Yo trato de estar arreglada y de vestirme todos los días, porque hay gente que se la pasa con el camisón o con un jogging todo estirado. Y eso a mí me bajonea, así que trato de evitarlo. Pero también estoy llena de proyectos y eso es lo interesante. Estoy en actividad. Y nunca pensé que iba a poder grabarme sola y hacer todo con un celular. Hace muchos años, yo había leído un libro de Alvin Toffler, que se llama La tercera Ola. El hablaba de las tres olas de la humanidad. La primera era la agrícola ganadera, la segunda la industrial y la tercera era ésta, justamente, la digital. Y él contaba que cada uno iba a trabajar en su casa. A mí me parecía imposible. Y hoy me impresiona verlo hecho realidad.

—Lo importante es saber adaptarse al cambio, ¿no te parece?

—Sí, claro. No hay que cerrarse. Y hay que pensar de qué manera se puede enfrentar todo lo que está pasando. Lo único que ruego, es que aparezca una medicina para los enfermos que ya tienen coronavirus y una vacuna para que se termine de una vez con esta pandemia. Y, por lo pronto, espero tener muchas sorpresas en mi cumpleaños. Porque para mí es un día muy importante y celebro poder festejarlo

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