El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes la emergencia nacional por el brote de coronavirus, invocando la Ley Stafford para abrir la puerta a más ayuda federal para las regiones afectadas. “Otorgaremos 50.000 millones de dólares, una suma importante, para los estados y municipios”, informó el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
“Para liberar todo el poder del gobierno federal, estoy declarando oficialmente una emergencia nacional”, dijo Trump, y pidió a todos los estados de EEUU que establezcan centros de operación de emergencia. También dijo que su gobierno está acelerando los estudios en casos sospechosos de coronavirus, en medio de las críticas por la falta de suficientes kits de testeo en todo el país.
Trump anunció que su gobierno estableció una nueva asociación con la industria privada para ampliar las capacidades de pruebas. El mandatario explicó que está tratando de trabajar con las farmacias y entidades privadas para hacer tests a las personas en sus automóviles en áreas designadas, algo que su propio jefe de los Centros para el Control de Enfermedades, Robert Redfield, dijo días antes que no era necesario.
Se trata del llamado método “drive thru” utilizado por primera vez por Corea del Sur y Alemania, países que han logrado controlar mejor al brote, y ya ha sido probado en algunas ciudades de Estados Unidos. A la manera de un local de comida rápida, las personas completan un formulario online sobre sus síntomas y, si califican, se dirigen a bordo de sus coches hasta el lugar designado, donde enfermeros le extraen mucosa de la nariz desde la ventana. Los resultados están listos en un día. Se trata de una forma rápida y segura de testear a grandes cantidades de personas, sin encerrarlas en una clínica.
El gobierno de EEUU también está trabajando con Google para crear un sitio web de pruebas de coronavirus para ayudar a los médicos y pacientes a evaluar su riesgo y dónde pueden recibir una prueba. La doctora Deborah Birx, una de las líderes del equipo de trabajo dirigido por el vicepresidente Mike Pence, dijo que el objetivo es llevar esa guía a todo el país.
Además, en la conferencia de prensa, hizo hablar a los CEOs de compañías como Target, Walmart, CVS y Quest Diagnostics para que dijeran lo que están haciendo para atender la necesidad de pruebas y cuidado de la salud.
Trump está bajo una presión cada vez mayor para tomar medidas al tiempo que gobernadores y alcaldes en todo el país intensifican las disposiciones para mitigar la propagación, cerrando escuelas y cancelando eventos públicos.
La Ley Robert T. Stafford de Ayuda por Desastre y Asistencia por Emergencia de 1988 es la norma que autoriza la asistencia federal cuando el Presidente declara zona de desastre en algún estado o jurisdicción, de acuerdo a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). La sección 308 de la Ley Stafford protege a los individuos de ser discriminados en los programas de asistencia por desastre. La sección 309 de la Ley Stafford aplica estas provisiones no discriminatorias a todas las organizaciones privadas participantes que proveen ayuda en los esfuerzos de respuesta y recuperación.
De esta manera, la administración Trump puede contar con fondos casi ilimitados para hacer frente a la pandemia por coronavirus que tiene en vilo a todo el planeta y que ya provocó 33 muertes a lo largo de su territorio.
La decisión de la Casa Blanca llega 48 horas después de que dispusiera la cancelación de los vuelos hacia y desde Europa y que ayer jueves se vivieran momentos de incertidumbre financiera por el colapso de los mercados bursátiles a nivel mundial.