Suecia y Finlandia dieron un giro en su tradicional política de neutralidad como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania y pidieron el mes pasado ingresar a la OTAN, la alianza militar transatlántica liderada por Estados Unidos.
Pero su adhesión, que necesita el apoyo unánime de los 30 países de la OTAN, era bloqueada por Turquía, que los acusaba de proteger a miembros del PKK y del movimiento de Gülen, al que se acusa de un intento de golpe de Estado en 2016.
Turquía levantó su veto
Ayer, durante una cumbre de la OTAN en curso en Madrid, el presidente Erdogan firmó con los gobernantes de Suecia y Finlandia un memorando de cooperación por el que Turquía se abre a la adhesión de las dos naciones nórdicas.
«En el marco del nuevo acuerdo, vamos a pedir a Finlandia la extradición de seis miembros del PKK y seis miembros de Feto, y a Suecia extraditar a diez miembros de Feto y once del PKK», dijo el ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag.
Al término del encuentro, se presentó el documento firmado por los tres países que abre el camino a un futuro acuerdo formal de ampliación de la OTAN frente a las amenazas de Rusia.
«Turquía obtuvo lo que quería», es decir la plena cooperación de los países nórdicos frente al PKK y a Feto, celebró la Presidencia turca en un comunicado.
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