Una comprobó que los gajes del oficio pueden de alto riesgo, o simplemente inesperados, como cuando un se acercó a ella para robar cámara durante una crónica en vivo.
La estaba hablando de las inundaciones en Oxford, Inglaterra, para el canal 4, cuando de repente de los vecinos pasó a su lado, se inclinó y le tocó la cola.
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Eso sí, la ni se inmutó. Son cosas de la profesión.
Fuente: MinutoUno