La víspera, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió que en el norte de Afganistán hay cinco millones de personas que enfrentan el riesgo real de una hambruna y que es necesario hacerles llegar ayuda antes del invierno.
Con la llegada del invierno diversas rutas de acceso a la ayuda humanitaria internacional quedarán bloqueadas por las nieve.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció el lunes pasado que la comunidad internacional había prometido un total de u$s1.200 millones (equivalentes a unos 1.000 millones de euros) en ayuda a organizaciones humanitarias en Afganistán, pero no especificó cuánto se asignó específicamente a la asistencia de emergencia.
Por otro lado, en las últimas horas, la UE afirmó que no tiene «otra opción que llegar a acuerdos con los talibanes». De esta manera, Bruselas intentará coordinarse con los Estados miembros del bloque para organizar una presencia diplomática en Kabul, dijo el martes el máximo diplomático de la UE.
«La crisis afgana no ha terminado», dijo Josep Borrell, jefe de la política exterior de la UE, ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. «Para tener alguna posibilidad de influir en los acontecimientos, no tenemos otra opción que llegar a acuerdos con los talibanes».
En detalle, la Comisión Europea tiene previsto conseguir financiación de los Estados miembros de la Unión y del presupuesto común por valor de 300 millones de euros (u$s355 millones) tanto este año como el próximo para allanar el camino al reasentamiento de unos 30 mil afganos.
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