En lo referido a la cocaína, los estudios apuntan que una parte importante sigue siendo producida en Colombia, Bolivia y Perú, pero que las redes diversifican el uso de puertos del continente latinoamericano y el norte de África en sus intentos de hacer llegar la droga a Europa.
«Desde la apertura de las negociaciones de paz con las FARC y el gobierno colombiano (…) hemos visto un aumento dramático en la producción de cocaína en Colombia», dijo Alexis Goosdeel, del Observatorio Europeo.
Además, puntualizó, «ha habido una mejora en el procesamiento químico» y con ello el volumen de droga producida.
La policía incautó la mayor parte de la cocaína en Bélgica, Holanda y España en 2020, los tres países donde el grueso de la droga se transforma antes de su distribución.
Además de la cocaína, la metanfetamina también se tornó un problema creciente.
«En varias ocasiones, toneladas de metanfetaminas producidas en América del Sur han sido capturadas en la Unión Europea. En la mayoría de los casos, provenía de México», explicó De Bolle en una conferencia de prensa.
Así, la metanfetamina, la droga estimulante sintética más utilizada en el mundo, desempeña un «papel relativamente menor en el mercado europeo de drogas», según el informe, aunque los datos más recientes sugieren una «amenaza creciente».
La nueva naturaleza de este mercado ha resultado en «niveles récord de disponibilidad de drogas, aumento de la violencia y la corrupción, y empeoramiento de los problemas de salud», apunta el estudio.
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