El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, se preguntó hoy “qué pasó con Argentina, que era un país ejemplo, un país que envidiábamos” y hoy “está en este estado de crisis casi permanente”.
Al hablar en la Feria del Libro de Buenos Aires acerca de sus críticas hacia la situación argentina, Vargas Llosa señaló que «hablo desde el cariño de la Argentina. Yo no critico a Argentina, he criticado ciertas políticas en Argentina que me parecen equivocadas porque soy un hombre libre».
«El caso de Argentina lo tengo siempre presente porque me conmueve y me desgarra. Argentina era un país de primer mundo, enormemente próspero y una democracia en el inicio del siglo 20. Llego a tener un sistema educativo que casi llega a acabar con el analfabetismo», recordó, en el último tramo de su charla.
En ese contexto, se preguntó «qué pasó para que este país que había dado esos pasos, que debía tener el mismo nivel de vida que Suecia, qué ocurrió. Por qué Argentina está en estado de crisis permanente, por qué hay esa crispación política».
Tras señalar que «el país desaprovechó unas oportunidades extraordinarias», sostuvo que sus críticas «algunos argentinos ven en esto hostilidad», aunque aclaró: «Yo voy a seguir criticando todo lo que me parezca mal aunque a algunos los ofenda», lo que despertó un estruendoso aplauso en la sala.
Agradecimiento. En el inicio de su discurso, Vargas Llosa agradeció a la presidenta «Cristina Fernández, cuya oportuna intervención atajó este intento de veto», y señaló que «ojalá se contagie a todos sus partidarios y guíe su propia conducta de gobernante».
A las 18.33, Vargas Llosa inició su conferencia con un discurso agradeciendo la invitación de las autoridades de la Fundación del Libro y enalteciendo las cualidades de la Ciudad de Buenos Aires, en la cual admitió que le gustaría vivir.
Según dijo, aquél episodio, el del debate sobre su presencia en la Feria, planteó «un asunto interesante y actual», que sintetizó en un capítulo de su exposición que tituló «La Libertad y Los Libros».
«Los libros nos ayudan a derrotar los prejuicios étnicos y racistas, nos muestran que por debajo de las fronteras somos iguales. Gracias a los libros viajamos a los espacios y los tiempos», precisó.
Sostuvo que los libros «han despertado a lo largo de la historia el recelo de los enemigos de la libertad, quienes se creen dueños de las verdades absolutas, los dogmáticos y fanáticos».
En distintos tramos de su exposición, recordó a «todos los fanáticos y dogmáticos que han sembrado de odio y de violencia la historia de la civilización», lo que despertó el aplauso de los presentes.
Tras mencionar «la camisa de fuerza de la censura previa», reseñó que «la novela fue prohibida durante tres siglos» y «el contrabando se encargó de que muchas novelas como ‘El Quijote» circulara en forma clandestina».
«Los comisarios políticos han reemplazado a los inquisidores» de la Edad Media, opinó, y enumeró que «nazis, fascistas, comunistas, caudillos militares y civiles han tratado a lo largo de toda la historia» de acallar las manifestaciones literarias. «Pero por fortuna siempre han fracasado», añadió.
Para Vargas Llosa, «los latinoamericanos tenemos dificultades para discernir entre ficción y realidad».
Luego, en el reportaje abierto, expondría sobre su última novela, «El sueño del celta», su vida como escritor, sus inseguridades y su método para recopilar información que luego traduciría en su extensa obra literaria.
Entre los presentes, además de Hebe de Bonafini, estuvieron el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi; el ex embajador Abel Parentini Posse; y la esposa de Jorge Luis Borges, María Kodama.
Fuente: La Voz del Interior