Según un dicho de Jorge Valdano, el fútbol son “estados de ánimo”, una frase que no cabría mejor a este partido. Porque Vélez tuvo todo para ganarlo y arrasar con la serie, pero los dos goles convertidos por Guillermo Franco y el gran despliegue durante todo el primer tiempo, no pesaron más en la balanza que la tromba que fueron los colombianos en el complemento.
En esta última etapa, Independiente Santa Fe se acercó en el marcador desde el minuto 1 con el tanto de Copete y un rato después, luego de un par de avisos al arco rival, fue Barovero quien le cometió falta al autor del primer tanto y figura de los colombianos. Omar Pérez se hizo cargo efectivamente con un tinte de emotividad (se quebró al recordar el fallecimiento de su abuelo hace un par de días) y el 2-2, metía a la visita en semifinales por el gol doble fuera de casa.
Desde allí hasta el final, los dirigidos por Wilson Gutiérrez tuvieron domado al equipo del “Tigre” Gareca y cuando parecía que el pase a la siguiente fase estaba sellado, Galván Rey (quien había ingresado hacía dos minutos), cometió una polémica y discutida falta a Augusto Fernández, la cual será ejecutada por el “Burrito” Martínez, quien con nervios de acero, venció al arquero rival y al tiempo para dejar la clasificación en el José Amalfitani.
La eliminación estuvo cerca y pudo haber calado hondo, pero esta victoria puede significar un verdadero envión anímico para las dos etapas que restan jugar en la Sudamericana. En semifinales, el “Fortín” esperará por el ganador de la llave entre Liga de Quito y Libertad (1-0 en la ida en Ecuador; pero si Arsenal pasa de fase, será su rival). Hoy, festeja su momento.