Ernesto «Che» Guevara: “Más bonito me pareció el pueblo de La Banda»

Llamarlo una anécdota puede ser una opción para referirse a este acontecimiento, pero ante la figura del protagonista de este relato se lo puede denominar como un hecho histórico el paso de Ernesto “Che” Guevara, por la ciudad de La Banda.

En el libro “Mi hijo el Che”, escrito por Ernesto Guevara Lynch, se transcriben en forma textual los diarios que el revolucionario argentino escribía en sus viajes por las distintas provincias argentinas en su motocicleta.

En uno de los relatos Guevara Lynch especifica que su hijo (el Che), allá por la década del 50 había iniciado un raid con el objetivo de visitar 12 provincias argentinas.

Es así como Ernesto Guevara describe su experiencia y pinta con sus palabras los paisajes con los que se encontró, su vida, las peripecias y los obstáculos.

En un fragmento de la obra este especifica que el viaje había comenzado en la Capital Federal, luego por Santa Fe, Córdoba y llegando a Santiago del Estero expuso: “Acabo de ingresar a Santiago y me hace recordar a algunas zonas del norte de Córdoba, hay abundante vegetación pero de a poco el panorama va variando, el camino se hace más polvoriento y escabroso y me envuelve una ola de calor…”.

Posteriormente va relatando su paso por los distintos departamentos de la provincia, hasta llegar a la Capital, es entonces cuando relató lo siguiente: “Habiendo pasado la noche en Loreto, temprano emprendí el viaje y caminando de a ratos por un camino pésimo o otros por uno bueno llegué a Santiago, donde fui muy bien recibido por una familia amiga”.

“Allí se me hizo el primer reportaje de mi vida –continuó- era para un diario de Tucumán y el autor fue un señor Santillán. Ese día conocí la ciudad de Santiago, cuyo calor infernal espanta a sus moradores y los encierra en sus casas hasta bien entrada la tarde, hora en que salen a hacer sociedad”.

Siguiendo con su relato, el Che Guevara manifiesta que: “Más bonito me pareció el pueblo de La Banda, está separado (de la Capital), por el ancho del río Dulce que tiene un cañadón de un kilómetro, aunque la mayoría del año no corra agua. Existe entre las dos ciudades un marcado antagonismo que se vio reflejado en un partido de básquet que enfrentara a cuadros de estas vecinas localidades”.

Sin lugar a dudas que en su paso fugaz  por la ciudad se llevó consigo una de las mejores impresiones, puesto en sus tan codiciados diarios supo brindar un espacio y reflejar lo vivido en esta tierra, la querida ciudad de La Banda.