Según estimaron fuentes oficiales, la iniciativa sería remitida por la Jefatura de Gabinete entre el martes y el miércoles, para cumplir con el plazo fijado por la Constitución que es el 15 de setiembre.
Desde hace algunas semanas circula en el Congreso un adelanto de la propuesta del Ejecutivo que comenzó a ser analizada por los legisladores.
Sobre la base del resultado de las elecciones primarias, en las que el oficialismo obtuvo la adhesión de más del 50 por ciento del electorado, la iniciativa tendría el consenso mayoritario de los legisladores para tratarlo, más allá de que la oposición intentará imponer cambios.
Las primeras estimaciones remitidas por el Poder Ejecutivo contemplan una inflación de 9 por ciento para el año próximo, un crecimiento del PBI de 4 por ciento y un superávit primario de 3 por ciento.
Las proyecciones son similares a las que la presidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía, Amado Boudou, habían fijado para el proyecto de 2011 que fue rechazado por el Congreso, aduciendo que las pautas estaban subestimadas.
Sin embargo, ahora los legisladores encuentran en la incertidumbre que genera la crisis económica mundial una excusa para morigerar sus reclamos de corrección al oficialismo.
Sobre los lineamientos generales, el proyecto ratifica el actual esquema económico y reitera la voluntad de acordar con los acreedores externos en especial con el Club de Paris.
No obstante, el adelanto no precisa si se volverán a utilizar reservas para hacer frente al pago de vencimientos de deuda.
Además, descuenta que dejará sentado ante el Congreso la posibilidad de que la Argentina vuelva a colocar deuda en el mercado voluntario en caso que las condiciones financieras internacionales así lo permitieran.