La presidente Cristina Kirchner reiteró hoy el reclamo del Gobierno para se sometan a la Justicia argentina los ex funcionarios de Irán que están acusados por el atentado a la AMIA, pero resaltó que el país no puede rechazar la invitación al diálogo que realizó el país de Ahmadinejad.
«Hemos recibido un mensaje de la Cancillería iraní en el que manifiesta su intención de cooperar. El mensaje, si bien significa un cambio de actitud del gobierno, no constituye en sí mismo una satisfacción en nuestro reclamo de Justicia», aclaró la mandataria.
«Sin embargo, es un ofrecimiento de diálogo que la Argentina no puede rechazar», argumentó la mandataria argentina, al hablar ante la Asamblea de la ONU, en Nueva York.
La mandataria recordó que en oportunidades anteriores la Argentina había ofrecido ante al ONU la posibilidad de elegir un tribunal neutral en un tercer país para que se realice el juicio, iniciativa que nunca fue aceptada por Irán.
«Ya dijimos antes que si no confiaban en nosotros, podíamos adoptar y elegir un tribunal en un tercer país para poder allí cumplir con lo único que venimos reclamando, que es justicia, que es una demanda universal que no reconoce color político», ahondó.
Asimismo, la mandataria señaló: «Esta posición de ningún modo supone que la Argentina deje de lado sus requerimientos. Lo único que venimos reclamando es Justicia, una demanda universal que no reconoce color político y está en el Talmud,la Biblia, el Corán y, para los que no creen en nada, en la Constitución».
«Lo que creemos es que ese diálogo debe ser constructivo, sincero, y debe tener resultados, y no debe ser simplemente una maniobra dilatoria», remarcó la Presidente ante el plenario presente en la Asamblea de la ONU.
«El terrorismo internacional nos eligió dos veces como destinatario de sus ataques. Es como si hubiésemos concentrado las miserias y las tragedias de este mundo en un solo territorio», recordó la mandataria.
Cristina Kirchner destacó que en el lugar estaban presentes familiares del atentado a la AMIA, donde fallecieron 86 personas. «Tengo la gran esperanzas de que Dios ilumine a todos los que tienen que tomar decisiones, no en vista a las elecciones, sino al destino del mundo en las próximas décadas», completó.
