Residentes, empleados y voluntarios del Hogar de Abuelos Santa Rosa de Añatuya junto a los hermanos Franciscanos de Cruz Blanca protagonizaron un pesebre viviente.
La representación del anuncio y nacimiento de Jesús contó además con la participación de niños del merendero y barrio San Jorge.
Fue un momento de suma emotividad y alegría por compartir la espiritualidad entre grandes y niños para celebrar una verdadera Navidad.