Bandeñidad: Nacer o un deseo de sentirse parte de esta comunidad

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Por Miguel Coria. Especial para LA BANDA DIARIO

Nacer en la ciudad de La Banda significa para el bandeño un alto orgullo emocional; haber nacido en este pedazo de suelo santiagueño le da el derecho a la bandeñidad, ese sentimiento emergido desde sus orígenes que fueron forjando historias en cada individuo de esta comunidad germinando con los años un concepto de existencia y personalidad que fue cobrando identidad en el pueblo.

El bandeño fue alimentando este concepto y con los años afloró en sus entrañas ese espíritu rebelde y separatista. Esa idea de separarse de los demás pueblos, esa forma de sentir que es un habitante de una “república” dentro de la provincia nunca la abandonó. Esa diferencia hizo brotar un sutil “enojo” en los demás pueblos o ciudades santiagueñas-especialmente en los de la ciudad capital-que muchas veces en exageración burlesca denotan ese aspecto propio del bandeño.

El sentido de pertenecer a este vecindario, a pesar de no haber nacido en esta tierra, mezclado con el lazo sanguíneo de sus progenitores y ancestros ha llevado a muchos hombres y mujeres a adoptar ese afecto por este pueblo hoy llamado “cuna de
poetas y cantores”.

En este escrito queremos rescatar tres ejemplos de esa pasión por esta “republica”, estas personalidades nacieron en otro lugar, pero la emoción de pertenecer a esta raza los acompañó. Son tres grandes nombres de la Cultura Nacional que se sumergieron en el sentimiento de sentir la bandeñidad sin haber nacido en este pueblo.

Ricardo Rojas: Genio de nuestra cultura nacional; escritor, poeta, político, conferencista, periodista nació en la ciudad de San Miguel de Tucumán, pero se sentía bandeño.

El profesor y doctor Domingo Bravo, profundizó e investigó en un importante escrito titulado “La Bandeñidad de Ricardo Rojas”, allí pudo demostrar que el gran hombre de
nuestra literatura Argentina y Americana, propuesto en algún momento como candidato al Premio Nobel de Literatura, a pesar de no haber nacido en Santiago del Estero, se sentía bandeño. Allí en ese estudio el Bravo destaca y demuestra con ejemplos el sentimiento de semejante personalidad nacional.

Cierta vez cuanto Rojas visitó nuestra provincia, ya convertido en el gran hombre de la Literatura y la Política nacional, llegó desde Buenos Aires en tren a la estación de La Banda. Inmediatamente pidió visitar su casa natal-Estancia del Rosario- en Atajé, Dpto. Banda, donde de niño se consustanció con el paisaje, con la madre naturaleza y esos mitos y leyendas que guarda celosamente la selva santiagueña.

En Noviembre del año 1941 Ricardo Rojas dio una conferencia en la Biblioteca Bernardino Rivadavia de nuestra ciudad, según datos recopilados por la profesora Lidia G. de Manfredi en su publicación “El Devenir histórico de la Biblioteca Bernardino Rivadavia”, destaca que allí Rojas al comenzar su conferencia saludando al público diciendo: -“Después de muchos años vuelvo a La Banda y si antes era Bandeño, deseo que se me siga teniendo como tal”.

Otra muestra de su sentimiento hacia esta ciudad es uno de sus grandes poemas editado en su publicación “La Victoria del Hombre y otros poemas”, titulado “Bandeña”, que de acuerdo a investigaciones realizadas este texto esta dedicado a una enamorada en estas tierras:

“De San Ramón al Rosario
cabalgando iba un vez
cuando encontré en el camino
a la niña de Antajé……

No era cual la serranilla
aquella que canto el Marques,
era mejor mi Bandeña
la Bandeña de Antajé…”

Jorge Washington Ábalos: Otro de los ejemplos, que sin haber nacido en esta tierra, su sentimiento hacia ella fue infinito. Abalos fue escritor, poeta, narrador, cuentista, entomólogo y entre las muchas distinciones que recibió tal vez las más importantes sean la de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y la Universidad Nacional de Córdoba.

El creador de “Shunko” y otras consagradas obras de la literatura nacional y americana, había nacido en la ciudad de La Plata. Pero sus raíces pertenecían a este lugar. Aquí realizo sus estudios primarios, secundarios y terciarios obteniendo el titulo de docente. Desde aquí proyecto su vida en el arte y la investigación. Vivió junto a su familia. Su padre fue uno de los recordados grandes Intendentes que tuvo nuestra ciudad de La Banda, el Escribano Gabriel Abalos.

Una familia donde la política les marco el camino, pero donde uno de sus integrantes, Jorge W. Abalos eligió el arte, la docencia, la investigación y allí edificó su destino y nunca dejo de sentir que pertenecía a esta comunidad que marcó su camino en la vida.

Es un apellido bandeño sin duda alguna. Nos lo recuerdan dos lugares de nuestra ciudad. Ese paisaje tradicional, símbolo de la historia conocido popularmente como “el veredón”, en realidad su nombre es “Paseo Gabriel Abalos”. Y el populoso barrio Salido, así conocido, en realidad se llama “barrio Jorge Washington Abalos”, para nunca olvidar al hombre que sin haber nacido en este pueblo, corría la bandeñidad por sus venas.

Pablo Raúl Trullenque: El bardo popular santiagueño o poeta del folclore, es otro de los ejemplos del gran sentimiento a esta tierra “cuna de poetas y cantores”.

Trullenque sin haber nacido aquí (nació en la ciudad Capital de la provincia, barrio “La
Aguada”) sentía mucho apego por este suelo bandeño.

Cuando después de haber estado radicado en Buenos Aires durante mucho tiempo, de haber parido un familia, de edificar una trayectoria en el mundo de la poesía folclórica; convertido en el hombre que generó un cambio en las formas literarias nativas, “pego la vuelta” a su tierra instalándose en nuestra ciudad de La Banda. Eligio esta ciudad “Romántica y Hermosa”, como el mismo la definió para habitar hasta su ultima “noche negra”, cuando su alma lo abandonó cumpliendo con su destino.

Pero además Trullenque le regalo a esta tierra una de sus mas brillantes obras en
versos “Ciudad de La Banda” vals con melodía de Cuti Carabajal hoy está eternizada
en el corazón de los habitantes de este suelo cantor. Como si la bandeñidad alumbró su
camino en las palabras dejo un texto brillante, sentimental e histórico a donde brota ese sentimiento por esta tierra que no lo vio nacer, pero que lo acuno como a uno de sus hijos.

Esa circunstancia de formar parte de una comunidad, ese sentido de pertenecer a un pueblo sin haber nacido en el, ha sido la satisfacción de muchos hombres y mujeres que a lo largo del tiempo enarbolaron su sentimiento trabajando y convirtiendo a este poblado en la populosa ciudad del presente. Fueron muchas las personas que sin haber nacido aquí se identificaron con sus valores, tradiciones y costumbres. Se criaron y se educaron aquí en este ámbito que los recibió y genero en ellos un lazo irrompible con esta comarca, la respetaron, la idolatraron y la bandeñidad se ubico en un lugar importante en el corazón de cada uno de ellos.

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