Con el lema «Mama Antula mujer laica y misionera al servicio de Dios y de los pobres» se realizó la santa misa y porcesión por la fiesta patronal de la beata santiagueña. La celebración estuvo presidida por el obispo Vicente Bokalic con el acompañamiento del padre Gastón Cuello.
El punto de encuentro fue el Boulevard del barrio Mama Antula donde se encuentra la gruta en honor a su patrona.
En su homilía, el obispo Bokalic señaló: «María Antonia era una mujer sin tiempo, sencilla que aprendió el evangeio de ka mano de los Jesuitas. Dios se convirtió en lo más importane en su vida, porque entendía que si faltaba él, faltaba todo».
También resaltó que, «cuando se quedó sin maestros, estando sola y enamorada de la causa, sintió la inspiración para seguir con esos ejercicios espirituales que tenían como objetivo conocer, sentir y descubrir a Dios, encontrarse con el creador y esa fue su gran obra, la que la llevó a peregrinar toda la patria».
«Encabezaba encuentro con 200 y 300 personas y en ellos se concetaban verdaderas conversiones en una sociedad nueva. Ella fue construyendo la base de nuestra iglesia al igual que esta comunidad que trabaja para que cada encuentro se de a conocer la palabra de Dios».
Más adelante destacó: «Hoy debemos ser misioneros del amor, de la confraternidad, de la solidaridad, son muchos los hermanos que no conocen a Dios y necesitamos que él se convierta en alguien cotiidiano, para que podamos conseguir la paz, el consuelo, la reconciliación».
«Esa es la tarea de cada comunidad -continuó- de cada catequista, el de hacerlo conocer a Dios para amarlo y descubrir cuanto nos ama él. María Antonia nos abrió ese camino, entonces pidamos que escuche nuestras oraciones para que seamos compasivos, misericordiosos y descubramos esa pasión evangelizadora que ella poseía».
Tras la celebración eucarística, el padre Gastón Cuello junto a la comunidad de Mama Antulo realizaron una procesión con la imagen de la Beata Santiagueña dejando la bendición en cada hogar.