El Chaco gualamba, esa región geográfica atravesada por los ríos Pilcomayo y el Bermejo, que comprende territorios de Argentina, Bolivia y Paraguay, es en el imaginario de nuestro cancionero uno de los lugares más fascinantes. De esta tierra arisca, cuya naturaleza está hecha de verdes profundos y barros sublevados, delimitada por al oeste por la pre cordillera, al norte por los llanos de Chiquitos, al este por el río Paraguay y al sur por el río Dulce, salieron muchos de los protagonistas de nuestra música popular y hacia allá nos llevan en tantas canciones que la nombran.
Oscar «el Chaqueño» Palavecino y Jorge Rojas, dos de las figuras clave del folklore actual, son dos exponentes claros de esa tierra. En esa tierra crecieron, a esa tierra le cantan, con ella se identifican.
Hace ya varios años que el Chaqueño y Rojas no comparten un escenario. Sin embargo, la urgencia por la grave situación creada a partir de los desbordes del Pilcomayo los devuelve al mismo lugar: ayudar a los pobladores de la zona, a los habitantes de Santa Victoria, La Paz, La Merced, La estrella y La gracia, que perdieron casi todo de lo poco que tenían.
El domingo a las 21.30 en el Orfeo, Rojas y Palavecino unirán la fuerza de sus presencias para recaudar fondos que serán íntegramente destinados a ayudar a los castigados por el río, en gran parte pobladores originarios. «Nos une la solidaridad, la necesidad de dar una mano a nuestra región y su gente», explica Oscar Esperanza Palavecino al comenzar la charla. «Como artistas que venimos de esa región no podemos hacer menos que estar presentes en un momento de necesidad», agrega Rojas.
Las entradas están en venta en los locales de Tiendas Vesta de los centros comerciales Dinosaurio de Rodríguez del Busto y Ruta 20 y en Dino Express de barrio San Vicente o por Internet, en Orfeosuperdomo.com. Los precios son los siguientes: pista, $ 385, $ 330, $ 220 y $ 165; sector Rojo, $ 330, $ 220, 4 110 y $ 88.
Junto a Jorge estarán sus hermanos, Lucio y Alfredo y tanto los Rojas como el Chaqueño estarán con sus propias bandas al completo. «La idea es que cada uno haga su show y al final cantemos un buen rato juntos», dice Palavecino y enseguida agrega que si bien el éxito artístico de la noche está descontado, la cosa pasa por poder recaudar fondos y activar una ayuda concreta.
«Sabemos que esta ayuda es una gota en el mar, pero por lo menos sirve para empezar», agrega. «Lo más importante que podríamos lograr sería llamar la atención de los medios para instalar un tema muy complicado como los desbordes del Pilcomayo, que viene de lejos», interviene Rojas. «El río nos da muchas cosas, pero también nos quita», dice Palavecino que se detiene a explicar las particularidades musicales de esa región a la que casi no llegaban los Rollings Stones ni las guitarras. «Por eso acá se toca y se baila sobre todo con violines y los bombos», asegura y agrega: «Acá el que no bailaba, copleaba».
El 22 de enero pasado, las aguas del Pilcomayo desbordaron y varias poblaciones quedaron aisladas. Rojas asegura que la situación se repite y se agrava año tras año. «Este año el río creció más de seis metros y si bien algunas poblaciones están contenidas, no sabemos qué puede traernos el río el año que viene». «Pero más allá de los desbordes del río, allá faltan muchas cosas, hermano -continua Rojas-; te estoy hablando de cosas elementales, como el agua potable o la luz eléctrica, con los problemas sanitarios que esto acarrea. Hay cosas que son terribles, ayer estábamos inundados y hoy hay sequía. Se han hecho cosas, pero no es suficiente».
«En estos momentos sería importante que Se reúnan autoridades de acá con las de Bolivia, porque como el problema no es solo nuestro, la solución depende de un trabajo conjunto», interviene Palavecino. «Existe la Comisión Trinacional para el desarrollo de la cuenda del Pilcomayo, pero habría que ver la posibilidad de quea partir de los informes que elaboran se articulen políticas concretas de saneamiento de una cuestión que como te digo, cada año es más complicada», concluye Rojas.
Desde hace una década, Palavecino organiza en Santa Victoria Este, a unos 500 kilómetros de Salta, el Festival del Trichacho, un encuentro anual que reúne artistas del folklore de todo el país y que además de promocionar la región ayuda a sus habitantes; en la misma línea, Rojas tiene su propio encuentro, la Fiesta de la Cultura Nativa, entre Santa Victoria Este y La Merced, que este año llega a su quinta edición.
«Nosotros lo hacemos para colaborar, con lo recaudado compramos los útiles para 40 escuelas del Chaco Salteño -dice el Chaqueño-; mucha gente llega de afuera, pero es sobre todo para gente de la zona, por lo que lo hacemos con entradas muy bajas». «En realidad son mucho más que festivales, son encuentros que tienen que ver con un proyecto solidario y de integración», dice Rojas y agrega: «Ante esta necesidad de poner en evidencia lo problemas de esta región, la idea es comenzar en el Orfeo el 24 de marzo y que este impulso solidario se prolongue en 24 y 25 de mayo en la Fiesta de la Cultura Nativa y en julio con el Festival del Trichacho».»¿Por qué empezamos desde Córdoba? Porque sabemos que acá hay una parte importante de nuestro público, que quiere a nuestra tierra y que está dispuesto a ayudar», dice Palavecino.
«Sería bueno que pudiéramos hacerlo en otras grandes ciudades -dice Rojas- pero por lo pronto acá en Córdoba podemos contar con una serie de empresas que nos ayudan concretamente y amigos que nos cubren muchos gastos. Porque lo más importante es reducir al mínimo los gastos de organización, de manera que quede la mayor cantidad de dinero posible a disposición de la Fundación Sí».
La fundación Sí es la encargada de administrar lo recaudado y hacer que llegue a destino. Para sumar al dinero que se reunirá por el show, se ha abierto además una cuenta en el Banco Hipotecario, en la que todos aquellos que deseen realizar una donación de dinero puedan hacerlo en la caja de ahorro nº 4-013-0001479212-4, CBU 0440013-44000014792124-8, CUIT:30-71250682-9.
Más información en fundacionsi.org.ar. «Creo que para esta primera etapa estamos cerca de lo que necesitamos, para reconstruir las más de 50 viviendas que se llevó el río y ayudar directamente a esas 5.000 personas que quedaron aisladas por la furia del río. Pero es sólo una primera etapa para enfrentar un problema complejo, que viene de lejos. De todas maneras te repito: nuestra intención y nuestro deber como artistas es llamar la atención sobre estos problemas e instalar el tema en las discusiones de la sociedad», concluye Rojas
Fuente: La Voz del Interior