River no pudo hacer pie de arranque. Por primera vez en el torneo se encontró con una verdadera cancha de ascenso y no es por criticar a Guillermo Brown, que hizo un esfuerzo para albergar a semejante invitado, sino que el ambiente del Raúl Conti (estadio pequeño y con tribunas colmadas) lo hizo sentir así al equipo que causa sensaciones en la B Nacional. Luego de un primer tiempo parejo, el visitante dominó a gusto y placer en el complemento y con un 4 a 1 inobjetable llegó a la línea de Instituto, que visitará este domingo a las 17 a Almirante Brown.
El primer tiempo le costó a River, porque la cancha era chica, porque el viento no permitía meter pases con precisión y porque Guillermo Brown se jugaba cada pelota como si fuera la última. En este último contexto, los dirigidos por Matías Almeyda no se amedrentaron y también fueron al roce. Sin embargo, después de unos minutos de mucha pierna fuerte, la visita se dedicó a jugar y empezó a hacer prevalecer su jerarquía de futbolistas, a través de constantes subidas por el sector derecho de su campo, con Carlos Sánchez como principal protagonista.
No obstante, la apertura del marcador llegó a poco del cierre, cuando Lucas Ocampos se anticipó a todos en el primer palo y a los 34 minutos puso el 1 a 0 de cabeza, tras conectar un córner desde la izquierda. Con la ventaja inicial, el visitante se fue al descanso más tranquilo. Por su parte, el local seguía en el partido con un solo tanto de diferencia, pero en el arranque del complemento River le dio el cierre al juego, luego de que Alejandro Domínguez anotara a los 14 segundos de iniciado el mismo. Esto significó un golpe anímico tremendo para el conjunto de Dalcio Giovagnoli, que a partir de ahí bajó los brazos.
Desde ese momento, el encuentro se hizo de dominio absoluto para los de Núñez, quienes sin problemas pudieron ampliar el marcador, para así convertir el triunfo cómodo en una goleada holgada. Primero fue Cavenaghi, quien a los 11 minutos convirtió el 3 a 0, tras aprovechar un rebote al medio del arquero Sebastián Pereyra, y nuevamente el «Torito» a los 33 minutos, con un remate desde afuera del área. Previamente, al local le anularon mal un gol que convertía Diego Giménez, aunque eso no hubiese cambiado en nada las diferencias entre uno y otro. No obstante, los de Chubut – que siguen en descenso directo – tuvieron su premio consuelo, con el penal anotado por Gastón Bottino en el cierre.
