María Inés Bravo se crió en la casa ubicada en calle San Carlos Nº 146 y desde siempre respiró la cultura, ese perfume especial de los cientos de libros que a lo largo de su carrera fue atesorando su padre, el Doctor Honoris Causa Domingo Bravo. Por ello, hoy su rostro reflejaba preocupación y ante todo tristeza porque parte de su historia de vida lo había consumido el fuego.
“Este incendio ha generado una gran pérdida para la familia Bravo, para La Banda, para la provincia, el país y Latinoamérica. El fuego ha consumido importantísimas obras literarias, documentación, material de estudio y trabajo, muchísimos libros que si estaban en la biblioteca de mi padre es porque tenían un gran valor, por eso siento que es un día de duelo para la cultura”, señaló María Inés Bravo de Gentile.
Asimismo contó que la casa había sido construida en 1956 y el profesor Domingo Bravo vivió en ella hasta sus últimos días.
Al respecto señaló: “Luego del fallecimiento de mi padre, sus hijos decidimos que no se iba a tocar nada porque queríamos que esta casa esté dedicada a la cultura. Nuestra idea era poner en marcha una Casa Museo donde la gente pueda acceder a sus libros y consultar sus obras. Lamentablemente el tiempo pasó y todavía no pudimos concretar ese sueño, pero no nos vamos a quedar con las manos cruzadas y trabajaremos para que sea una realidad”.
“Lo primero que se hará –continuó- es ver si podemos recuperar algo; aunque sea títulos de los libros para después ver si se los puede conseguir en otros lugares; voy a fotocopiar las obras que pudimos salvar, será un trabajo arduo seguramente”.
Respecto a si existían manuscritos de su padre en el lugar, la profesora indicó que afortunadamente ese material se encontraba en otro sector de la casa que no fue afectado por el incendio. “Ese material también está en proceso para su publicación”.
Finalmente agradeció a la titular del Museo Municipal “Lázaro Criado” quien ofreció el espacio físico para resguardar el material que pudo salvarse hasta tanto se realicen las mejoras edilicias en la casa del profesor Domingo Bravo.
