Todo gran sueño tiene un origen, cada emprendimiento sus desvelos, cada paso un avance y si hay tropiezo un volver a empezar.
Pero en cada tramo, cuando nos paramos para respirar y pensar si vale la pena; sientes su mano en tu espalda y el envión que te ayuda a ponerte de pie para seguir.
Sientes esa voz que jamás deja de alentarte, esa mirada que te indica que confía en vos y descubres que necesitas esos brazos abiertos para sentir su calor, recomponerte, levantar la cabeza y continuar.
Todo gran sueño tiene su origen y sin duda es nuestra MAMÁ; esa mujer que nos tuvo en sus brazos, nos tomó de la mano para enseñarnos a caminar, la que nos acompañó siempre, nos curó las «nanas» mientras velaba nuestras noches; quien nos retó y aconsejó, quien nos abrazó y se emocionó con cada meta cumplida.
Gracias por todo, nuestros sueños son tuyos, nuestros logros tu orgullo.
FELIZ DÍA MAMÁ