Homenaje a Adela Saavedra en el día de su cumpleaños

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Adela junto a Coqui, Pajarín y Juan saavedra. (Foto archivo La Banda Diario).

Esta historia de amor merece ser contada ¿cómo se conocieron?

«Fue en Buenos Aires, en el año 1963. Por ese entonces yo era adolescente y bailaba con Juan Saavedra en ‘La Querencia’ (peña folclórica). Carlos recién llegaba de Comodoro Rivadavia donde había presentado un espectáculo y allí nos presentaron. Por ese entonces él ya estaba separado de su primera esposa y formaba parte de un trío de danza con Mario Bustos y María José”.

“Pasó un tiempo –continuó- y la bailarina se había separado de ellos cuando les salió un contrato en el casino de Tucumán. Entonces Carlos me ‘pidió prestada’ a Juan para cumplir con ese compromiso y desde ese momento nunca más nos separamos”.

 ¿La diferencia de edad complicó la relación?

 “Nunca fue un obstáculo para nosotros, yo tenía 17 años y él treinta y algo. Lo que sí provocó fue el rechazo de parte de mi familia que al principio no quería aceptar la relación, no tanto por la edad, sino porque él era separado y padre de dos hijos y para esa época era todo un tema. Sin embargo nuestro amor fue más fuerte”.

 ¿Siempre vivieron del arte de bailar?

 “Si. Recorrimos toda la Argentina. Hasta que Juan (Saavedra), que estaba en Europa, convocó a Carlos para que trabaje con los Indianos y él decidió irse. Fue la primera vez que estuvimos separados a causa del trabajo. Pasaron dos años y me llaman a unirme a ellos. Vivimos durante dos años en Francia y desde allí viajábamos a otros países, fue una experiencia muy rica”.

 ¿Por qué decidieron volver?

 Sentimos que ya era tiempo de retornar a nuestro país y una vez en la Argentina nos planteamos ¿a dónde vivimos, en Santiago o en Gualeguaychú? (ciudad última de donde Adela es oriunda). Decidimos venir a Santiago a visitar a unos parientes de Carlos y nos quedamos”.

“En realidad –prosiguió- analizamos que aquí las posibilidades laborales eran mayores que en mi ciudad, entonces no lo pensamos más y en el ’70 compramos un terreno en el barrio Tarapaya y comenzamos a construir nuestra casa”.

¿Nunca pensaron en casarse?

 “No podíamos, Carlos era casado y no existía la ley de divorcio. Me acuerdo que los muchachos querían que formalicemos nuestra relación en Francia, pero de todas maneras en la Argentina no era válido. Carlos decía ‘Para qué te vas a casar, si después te vas a separar’ y él ya había experimentado eso”.

 ¿El casamiento quedó cómo materia pendiente?

 “No, yo siempre me sentí y me siento su esposa. De hecho, para la gente soy la viuda de Carlos Saavedra y a mi le llena de satisfacción cuando se acercan y me hablan de él, me doy cuenta del cariño y el respeto que le tenían”.

También recordó que en una oportunidad la primera esposa de Carlos le pidió el divorcio y éste le dijo: “Bueno Adela, ahora nos podremos casar”, a lo que ella respondió: “Para qué si después te vas a separar”, finalmente el juicio de divorcio nunca se concretó.

 ¿Por qué no tuvieron hijos?

 “Al principio pensábamos que la llegada de un hijo nos iba a imposibilitar seguir con nuestro trabajo, además yo era conciente que el ambiente en el que nos movíamos no era el más propicio para un bebé. Entonces lo fuimos posponiendo con el compromiso de que al tener nuestra casa íbamos a completar esta familia, sin embargo cuando logramos el hogar ansiado ya fue demasiado tarde”.

¿Cómo se sigue sola, después de compartir tantos años con la persona amada?

 “No es fácil, durante tres años visité su tumba los martes y sábado, para mi era sagrado y no me permitía faltar porque pensaba que le fallaba. Mis allegados me decían que no lo hiciera que lo deje descansar, pero yo necesitaba ir. El tiempo y mis actividades me ayudaron a seguir, aunque hay momentos en que la tristeza me desborda”.

 Peteco Carabajal les dedicó una zamba y el videoclip te tuvo como protagonista ¿Cómo fue esa experiencia?

 “‘Bailar y vivir’ es realmente hermosa y cuando me propuso realizar el video lo tomé como un desafío. Nunca había bailado sola y para las tomas debía hacerlo. Mi rostro tenía que expresar que estaba bailando con él, fue difícil y triste porque de alguna manera buscaba su mirada. Algo idéntico me ocurrió con la zamba que me dedicó Juan Carlos Carabajal ‘La Adela sale a bailar’ y aunque hubiese querido evitar pasar por todo esto, sentí que era una manera de homenajearlo”.

¿El público extraña el humor sano de Carlos Saavedra?  

 “El mismo humor que tenía sobre el escenario lo mantenía debajo y ese era su éxito, jamás ensayaba las presentaciones porque quería ser espontáneo. Cada historia que contaba era verídica, sin embrago de la forma en que lo hacía parecía increíble y el público se convertía en su cómplice, por eso no dudo que su público lo recordará por siempre”.

 Simple y sencilla así es Adela Vignais Morris de ‘Saavedra Chesterfield’, como solía presentarla el inolvidable Carlos, quien seguramente continúa mudanzeando en el más allá, mientras su compañera de la vida mantiene vivo el gran amor que los unió.

Publicado en Diario EL LIBERAL, periodista Mariela Lizondo (2009)

2 Comentarios

  1. carlitos…cuando no???…es lo que dicen mis amigos y compañeros de trabajo cuando abren labandadiario. Bue vamos al grano muy linda la nota a la señora Adela de Saavedra a pesar de no haberse casado un papel no da la felicidad,algo que les quedo en el tintero amigos periodistas(quizas no era el momento)que eta señora fue y sigue siendo embajadora de nuestras danzas y cultura no cobra pension ni jubilcaion alguna,si ya se alguien dira pero si ni siquiera aporto un peso, pero tambien es cierto que todos los que hacen colita para cobrar pensiones en el banco nacion tampoco y muchos consejales y diputados nunca presentaron un misero proyecto si cobran.
    Y estas personas nos guste o no el folklore fueron embajadores de nuestra cultura.Un abrazo fuerte señora y muchas gracias por su danza lo mismo que verlo a Juan Saavedra quien no se emociona al verlos??…

    • Tenes razon Carlitos, Doña Adela fue y sigue siendo embajadora de nuestras danzas y cultura. y lo hace maravillosamente.Te juro que aprenderia a bailar zamba solo por si la vida me da la oportunidad de bailar alguna con ella.un lujo.Con respecto al otro tema al que haces referencia,me parece que alguien se acordo de ella y coincidiendo con nosotros en lo que adela significa para santiago del estero y su cultura hizo algo.No me atrevo a asegurartelo,pero seria cuestion de averiguar no? (deber para la casa para La Banda Diario)

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