«Parecía que tenían dificultades para respirar y que había tres o cuatro crías», comentó Seiichiro Tsuchiya, miembro de la organización Wild Pro LLC, quien divisó a los animales mientras estudiaba a los lobos marinos en la zona.
«No tenemos más remedio que esperar a que el hielo se rompa y las orcas escapen», expliaron las autoridades de la localidad de Rausu, frente a cuyas costas heladas se desarrolla la dramática secuencia.
Luego un funcionario afirmó: «creemos que lograron escapar y ponerse a salvo», pero la profesora de mamíferos marinos de la Universidad de Agricultura de Tokio Mari Kobayashi detalló en declaraciones a la agencia de noticias nacional Kyodo que las orcas, por proteger a sus crías, pueden acabar muriendo lentamente de agotamiento.
FuenteMinutoUno