Ni el hincha más pesimista se imaginó este escenario hace apenas unas semanas. No. Por más que hubo montones de situaciones que nos hicieron bajar a la realidad, nadie llegó a tanto: un punto en dos partidos, con Jorge Sampaoli distanciado de los jugadores y hasta de su propio cuerpo técnico.
Tras la goleada por 3-0 sufrida ante Croacia, la situación del vestuario argentino llegó a su peor momento. El entrenador se enfrentó muy fuertecon su colaborador y mano derecha, Sebastián Beccacece.
La discusión fue subiendo de tono y no llegaron a las manos solamente porque Lionel Scaloni intervino y logró separarlos. Pero la relación quedó completamente rota y ni se hablan. De hecho, no descartan que, aunque la Argentina avance a octavos de final, Beccacece se vaya de la concentración.
Hay que recordar que en la práctica del miércoles, Sampaoli y Beccacecen ya habían tenido un fuerte cortocircuito, cuando no se pusieron de acuerdo sobre un trabajo puntual de la práctica y se generó un momento de tensión inesperado. De todas formas, esto no es algo nuevo: hace algunos meses se barajó la posibilidad de que el asistente principal del técnico no viajara al Mundial y sea reemplazado por Pablo Aimar, algo que finalmente no sucedió.
Con este panorama horrendo, la Argentina se prepara para el último partido de la fase de grupos. El martes a las 15, se medirá ante Nigeria y, aunque parezca increíble, todavía mantiene chances de avanzar a la próxima instancia.
Todos deberán dejar el orgullo y el ego de lado, poner el pecho y tirar para adelante. En una de esas, se da el milagro…