Las principales fuerzas de la oposición centran sus fuerzas en sumar voluntades para ratificar o incrementar su participación en el Congreso de la Nación a partir de las elecciones generales del 23 de octubre.
Ante la amplia ventaja que logró la presidente Cristina Kirchner en las elecciones primarias del 14 de agosto, muchos de los referentes de la oposición centraron su pelea en el ámbito parlamentario.
Uno de los casos más representativos es de la líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, quien luego de lograr apenas el 3% de los votos en las primarias, se comprometió a encabezar la campaña para apoyar a sus candidatos a diputados y senadores nacionales.
«Si no me quieren votar, que no lo hagan. Pero a nivel local apoyen a los candidatos radicales para poner equilibrio, controles y más democracia al país», señaló días atrás el candidato presidencial por Unión para el Desarrollo Social (Udeso), el radical Ricardo Alfonsín.
En la oposición contemplan que uno de los cálculos del kirchnerismo es quedarse con 125 diputados, número que sólo lo dejaría a cuatro votos del quórum propio.
En la Cámara alta, el oficialismo tendría la capacidad de quedarse con 38 bancas luego de los comicios generales, informó el diario Clarín.
