Monseñor Bokalic: «El corazón de Jesús quiere manifestarse, atraernos, para enseñarnos el camino de la vida»

El Obispo presidió la ceremonia en el marco de la fiesta patronal.

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La comunidad parroquial de Sagrado Corazón de Jesús celebró la fiesta patronal con una ceremonia que fue presidida por el obispo diocesano Vicente Bokalic, junto al padre Francisco Barrientos.

En la ocasión el prelado exhortó a los presentes a mirarse en el Corazón de Jesús e imitar su acción.

Durante la homilía, monseñor Bokalic refexionó: «‘Verán al que ellos mismos traspasaron’ en el pasaje de la pasión contemplamos el corazón divino traspasado y hoy honramos el corazón de Jesús que es el símbolo de la persona, porque decimos naturalmente que buen corazón que tiene. El corazón es donde explotan las cosas, las plabras, los gestos, las actitudes, y hoy es un día especial para contemplar este corazón».

«Estamos invitados a mirar el corazón de Jesús -continuó- y ¿qué tenía ese corazón? Para saberlo no podemos dejar de hacer un recorrido en la vida de Jesús, cómo fue mostrando aquello que había en su interior, sus encuentros con la gente, la ternura con la que se acercaba a los niños, la compasión que sentía ante el sufrimiento de los hermanos, el poder llorar en la casa de Marta ante la muerte de su amigo; el alegrarse cuando los discípulos vuelven de la primera misión, Jesús se estremeció en su interior y alabó al Padre».

También destacó: «En estos días, cuanta angustia, desolación, tristeza y lamento hay entre nosotros y les aseguro que el corazón de Jesús atravesó por eso también, se entristeció cuando vio tantos corazones endurecidos cuando él hacía el bien y lo juzgaban por no cumplír con las leyes. Ese corazón luchó porque muchos no querían comprender el paso de Dios en busca de paz y reconciliación».

«Ese corazón que siente pasión, que siente misericordia por los que estan alejados. El corazón de Jesús es el que quiere manifestarse, atraernos, para enseñarnos el camino de la vida ya que siente que han optado por el camino del mal y de la destrucción y nos sale a buscar».

Más adelante expuso: «Un corazón que siente, que palpita, que hace suyo el sufrimiento humano, pero que no se queda en los lamentos, esa es la gran pasión que Jesús sentía por ese pueblo inmenso que lo seguía; tantos enfermos, tantos poseídos, tantos pecadores. El sintió compación por esa multitud inmensa y les habló por un largo tiempo. A muchos les llegó e hizo descubrir el camino nuevo recuperando la dignidad con lo que él les ofrecía.

Hoy necesitamos mirar a ese Corazón de Jesús y reflexionar sobre lo que hay en nuestro propio corazón. A veces envidia que nos paraliza, a veces resentimiento que no superamos; nos cuesta perdonar a los que nos ofenden, buscamos nuestros propios intereses, no sabemos descubrir el sufrimiento de los demás o por ahí lo vemos y pasamos de largo. Nos sentimos ensimismados en nuestros propios problemas e intereses, en cosas superficiales. Miremos el corazón de Jesús como un espejo, porque nuestro corazón está llamado y destinado a ser como el corazón de Jesús. Vamos a descubrir oscuridades, infidelidades, lejanías, tendremos que aprender a amar con obras, como lo hizo él, por eso caminaba, por eso buscaba a quien lo necesitaba porque los amaba y el amor los salvaba».

También resaltó que, «en el corazón de Jesús se construye la iglesia. Cómo hacer que esa iglesia que conformamos todos sea misericordiosa; simplemente trabajando desde cada comunidad, desde cada espacio para que sea atractiva, que irradie luz, amor, siendo solidaria, comprometiéndose con aquel que está lejos. Pidamos al Señor tener un corazón semejante al de Jesús, que ama, que es paciente, que es compasivo, que es generoso, que es solidario, que sabe abrazar, que sabe alegrarse con el triunfo de los demás, que sabe comprender, que sabe sufrir, que es humilde y así encontraremos el verdadero camino«.

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