Según contó la madre, María Cristina Altamirano, la maestra de catequesis le dijo a la madre que no iba a tomar la Comunión porque supuestamente “había sido agresiva” y “le faltaba al respeto”.
«Si mi hija no quiere a alguien es porque la rechazó y lastimó muchas veces y si no iba a catequesis era porque la catequista la echaba diciéndole que nunca iba a tomarla Comunión», contó Altamirano, quien añadió: “Me enteré por otras maestras que la maestra le había dicho que por más que tomara la clases de Catequesis, no iba a aprender nada” y no podría tomar la Comunión.
Asimismo, relató la madre que el cura no quiso hablar con ella hasta el día de hoy y que únicamente “cuando la ven en la calle, donde hay gente, me saludan y le dice amiga a mi hija. Eso me parece una falta de respeto”. Puedo aceptar que no entiendan la condición de mi hija, pero lo que me hace mal es que el sacerdote no me atienda”, añadió.
De igual forma, contó que la pequeña Amparo pudo tomar la Comunión gracias a otro cura, quien sí aceptó hacerlo, sin importar la condición de la menor. Según contó al diario El día de La Plata, «Amparo no fue discriminada por la Iglesia, lo fue por este cura y por la catequista».
La madre dijo, además, que «las clases de catequesis se dieron en el ámbito de una escuela estatal, y en el horario escolar, y por eso no puedo entender que le hayan recriminado que no aprendiera».
