Tras ser ordenado sacerdote en la ceremonia que se desarrolló en la Catedral Basílica, el padre Luis Escañuela Revilla se dirigió a la asamblea para agredecer a quienes lo guiaron «en este camino de aventura con Jesús».
«‘Con qué pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho’ me uno a la voz del salmista para hacer mías también éstas palabras. En primer lugar dándole gracias al Señor Dios porque él es el artífice de todo esto, él es el que me ha otorgado en su generosa misericordia este don para que lo viva yo en plenitud primeramente y para poderlo ofrecer a todo su pueblo», comenzó su alocución el sacerdote bandeño.
También expresó: «Dios me ha sabido reconfortar cada día en el camino de la vocación, camino de alegría pero también de mucha lucha, de muchas dificultades; pero él estaba ahí y todo se hacía más claro».
«Quiero agradecer a mi familia, a mis amigos porque ellos han tenido gran parte de Dios en este camino vocacional, en esta entrega, en este Sí que he dado. Que Dios les recompence con mucho amor y mucha paz en sus almas. Gracias a nuestros Obispos Vicente y Kike porque ellos han sabido también acompañar como pastores, como padres, como amigos guiándome siempre en este camino de aventura con Jesús».
También agradeció a las comunidades parroquiales «Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora de Pompeya, «donde he podido crecer y doy gracias a Dios por la presencia del padre Til, por el diácono Pedro que me ha sabido guiar, el padre Carlos que está en la gloria y seguramente está feliz por este momento».
Recordó a las comunidades de San José de Belgrano, en Santiago; Nuestra Señora de Fátima en la Arquidiócesis de Tucumán; las comunidades de Garza, Lugones, Herrera, el Santuario del Señor de los Milagros de Mailín.
Finalmente señaló: «A todos ustedes les pido que sigan rezando por nosotros y cuentan con nuestras oraciones. Dios los bendiga».
