Familiares de las víctimas, políticos y dirigentes de organizaciones de derechos humanos celebraron la detención de César Milani en La Rioja, ordenada por el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena.
La hermana del soldado desaparecido Alberto Ledo, Graciela, se encuentra en el juzgado que ordenó la detención del ex jefe del Ejército, y destacó: «Esto es una luz de esperanza para los que venimos luchando desde hace 40 años».
En diálogo con el canal TN, Graciela Ledo además descartó el argumento del detenido, quien argumentaba que las motivaciones detrás de las causas eran «políticas». Graciela explicó que los casos por los que fue detenido Milani comenzaron en «1979 y 1984», por lo que, afirmó, «no había ninguna conspiración política y mediática alrededor de estas denuncias que tienen pruebas contundentes».
Para Graciela Ledo, las querellas detrás de las denuncias por la tortura y desaparición de Pedro y Alfredo Olivera y Verónica Mata tenían argumentos sólidos, «como la de mi hermano, pero en la de mi hermano estuvo muy débil el juez».
«Acá no pudo con su relato, y las pruebas determinaron que quede detenido», dijo Graciela, que además contó que entre los familiares de los Olivera y de Mata, junto a las organizaciones de derechos humanos que presenciaron la orden de detención, «hubo llanto, alegría, emoción, cantos, abrazos, porque hace muchos años que venimos luchando por esto».
La abogada de la familia Olivera, María Elisa Reynoso, se mostró conforme con la decisión del juez Herrera Piedrabuena, aunque aclaró: «Recibimos la orden de detención con desconfianza. Si bien los antecedentes hacían predecir que podía pasar, también hay una cuestión objetiva del imputado que tenemos, y de su poder, que conserva».
En diálogo con Infobae, Olivera además explicó que ahora la Justicia tiene «diez días para la definición de la situación procesal de Milani. El juez debe definir si procesa, dicta falta de mérito, o lo sobresee. Desde siempre confiamos en que existen pruebas suficientes para procesarlo, y lo confirmamos con los testimonios» de los testigos.
Por su parte, la diputada Victoria Donda contó que tras enterarse de la noticia, su primera sensación fue «de festejo, de alegría. Le hace muy bien a este país recuperar la justicia y la verdad, sobre todo con un personaje tan oscuro para la historia reciente».
«Me parece que el aumento inusitado del área de inteligencia en el Ejército durante el kirchnerismo tuvo mucho que ver con la función que cumplía Milani para Cristina (Kirchner) y para quienes dirigían el Gobierno. No les importó lo que habían hecho en la dictadura», agregó.
En la misma línea se expresó Graciela Fernández Meijide. La ex miembro de la CONADEP y activista por los derechos humanos destacó que «lo que pedíamos era que no se quitara a Milani del mismo ojo observador que había observado a otros militares en la misma circunstancia de que pudieron haber intervenido en los procesos de desaparición. Se lo está investigando, y me parece correcto».
Entrevistada por el canal TN, Fernández Meijide además consideró que «sin la protección superior que tenía de Cristina de Kirchner, Milani hubiera sido investigado antes. Es un caso que se evitó que fuera investigado desde lo más alto del poder».
Por su parte, en diálogo con Infobae, Darío Lopérfido opinó que «la detención de Milani habla de que el discurso del kirchnerismo sobre los derechos humanos era una falacia absoluta».
«Ellos decían defender los derechos humanos, y estaban defendiendo, e incluso exaltando, a Milani. Justificaban a una persona que tenía varias causas por la muerte y la desaparición de personas», agregó.
El ex director del Teatro Colón consideró que las causas contra Milani ahora avanzan porque antes «había un lobby judicial del kirchnerismo, que tenía operadores mediáticos y judiciales que demoraban (las causas). Ahora la Justicia está actuando libremente. Los jueces que eran sometidos a extorsiones, presiones o amenazas han dejado de sufrir eso, porque el gobierno de Mauricio Macri deja que la Justicia actúe libremente, entonces empiezan a destaparse estas cosas».
Lopérfido además aseguró: «Prefiero perder mil cargos pero defender la verdad». «Lo más indignante era que los actores, los miembros de la cultura, los músicos, los periodistas kirchneristas que se rasgaban las vestiduras por los derechos humanos, ampararon y avalaron a un señor que está acusado de cosas muy graves, y no contra enemigos, sino contra soldados que él tenía a cargo», remató.
