El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, señaló este jueves en Ankara que «será el pueblo de Siria» quien decida en el largo plazo el futuro del presidente Bashar al Assad, con lo que preanunció un significativo giro en la postura de su país en relación al prolongado conflicto que sacude al país árabe.
Las declaraciones de Tillerson, en una rueda de prensa junto a su homólogo Mevlut Cavusoglu, rompen con la estrategia llevada a cabo por su antecesor, John Kerry, quien fracasó en sus intentos de resolver el prolongado conflicto armando a varios de los grupos rebeldes que combaten desde 2011 contra el gobierno.
Estados Unidos ha sido durante todo el conflicto uno de los principales apoyos de la oposición siria, pero desde que Donald Trump asumió el poder en enero, parece estar poniendo más distancia con algunos grupos rebeldes.
Tillerson se reunió hoy con las autoridades turcas para abordar las diferencias respecto a Siria, un día después de que Ankara anunció el final de la operación «Escudo del Éufrates», lanzada en su vecino árabe en agosto pasado, sin especificar si las tropas se retirarán del país en guerra, informó la agencia de noticias EFE.
Con frecuencia, Turquía denuncia el apoyo que Washington proporciona a las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG), que luchan contra el grupo islamista radical Estado Islámico (EI) en Siria.
Ankara, que apoya a otros grupos armados reunidos en el Ejército Sirio Libre, considera a las YPG como un «grupo terrorista» relacionado con el ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Fuente: Telam
