Fueron varias las entrevistas en las que el fallecido Gerardo Sofovich desmintió temerle a la muerte. Luego de su última internación y su agioplastía N° 15, aseguró en diálogo con la Revista Viva, que «no vio luz ni esas cosas», pero admitió que tuvo sensaciones «raras». «Tuve una intimidad con ella, pero no le temo», declaró en aquella nota.
«El hombre desde que nace está coqueteando con la muerte o es un esclavo del miedo a ella, que es lo que crean las religiones, que son un placebo contra el miedo único, irreversible e imposible de superar», planteó en ese medio.
En esa última internación admitió «sentir» que se moría. «Antes que me internaran fumé mi último cigarrillo», había confesado en diálogo con El diario de Mariana. En esas oportunidad, dio detalles de sus días de internación por insuficiencia respiratoria. «Sentí que me moría. Es increíble. No vi ni la luz ni nada. Es imposible definir la sensación». Luego, volvió a hacer uso de su sentido del humor: «Sigo sin tenerle miedo a la muerte. Tuvimos un momento de intimidad», bromeó.
Los primeros días de noviembre de 2014, había prometido «dejarse de jorobar» y nunca más tocar un cigarrillo. A una periodista de Clarín, le aseveró: «Dije se acabó y se acabó (el hábito de fumar). Claro que lo sentís, pero es una decisión vital de ganas de vivir. Ya no puedo jorobar más. Tengo ganas de vivir».
