El sábado 17 de mayo es el día de la esperada boda entre el príncipe Harry de Inglaterra con la actriz estadounidense Meghan Markle. La ceremonia religiosa se celebrará en la Capilla de St. George en el Castillo de Windsor, una ciudad antigua ubicada a 30 kilómetros al oeste de Londres.
El oficio religioso está programado para el mediodía de Gran Bretaña (8 de la mañana, hora argentina) y durará aproximadamente una hora. Pero la jornada iniciará a las 9 de la mañana (5 de Argentina), con la llegada de los primeros invitados a las inmediaciones del castillo.
Los últimos en llegar serán la reina Isabel II, Harry y por supuesto, Meghan. Hasta el momento se desconoce quién la acompañará dado que su padre, Thomas Markle, sufrió un paro cardíaco después de hacer una polémica sesión de fotos y anunció que no asistirá a la boda. Se espera que la acompañe su madre Doria Ragland, una mujer afroamericana de 61 años, licenciada en trabajo social y que trabaja como psicoterapeuta e instructora de yoga. Sus hermanastros Thomas y Samantha, que habló mal de la familia real, no serían de la partida.
El príncipe William, el hermano mayor de Harry, será el testigo de la boda, una figura que existe en esta ceremonia religiosa. Los hijos mayores de William, George, de 4 años y Charlotte de 2 años, serán parte del cortejo.
Aunque la lista de invitados es secreta, muchos asistentes son predecibles: los abuelos de Harry, la reina Isabel II y el príncipe Felipe; su padre y su madrastra, el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornwall; las princesas Eugenie y Beatrice; y su hermano y su cuñada, William y Kate, el duque y la duquesa de Cambridge.
Toda la boda, que contará entre otras cosas con un costosísimo operativo de seguridad, tendrá un presupuesto de, por lo menos, 32 millones de libras esterlinas.
Markle es estadounidense y tiene 36 años. Actriz de profesión, se hizo famosa interpretando a Rachel Zane en la serie Suits, brilando también en otras series como Fringe. También es conocida por su activismo político y humanitario, pero deberá dejarlo de lado al casarse con Harry, por la reglas de la realeza.
Meghan y Harry tuvieron un flechazo inmediato en su primer encuentro, una cita a ciegas, presentados por una amiga en común cuando la actriz estaba de paso por Londres en julio de 2016. La conexión fue inmediata.
Consumado el casamiento, probablemente Harry y Meghan pasen a ser Duque y Duquesa de Sussex, un título vacante desde 1843. Ella no podrá ostentar el título oficial de “princesa” por no tener “sangre real” y por estar divorciada. Markle estuvo casada dos años con el productor televisivo Trevor Engelson.
La popularidad de Markle combinada con la de Harry la llevaron a romper el récord de Lady Di, pasando a ser el miembro de la realiza más buscado y visto en YouTube.
Fuente: RantingCero
