En la noche de este miércoles, Vicente «Morenito» Suárez decidió emprender una gira por el escenario de la eternidad, dejando en su «Santiago Querido» un profundo dolor y el gran legado de su obra artística.
El músico santiagueño se encontraba internado, desde hace varios días, en el Instituto Cardiológico con un complejo cuadro de salud que no pudo superar.
La magia de su voz, sus ocurrentes frases, el baile campero y el «revoleo2 de su poncho quedarán para siempre en la retina de quienes supieron disfrutar de su música, ya sea cuando fue parte de Los Tobas o al lado de Pedro Palomo, su último compañero de escenario.
Su vida (*)
Vicente Suárez, Morenito, nació en Yacu Nioj, «Aqui hay agua», cerca de Brea Pozo en el departamento San Martin. Hijo de padres ganaderos, descendiente de músicos que luego influirían en su vida personal y desarrollo musical autóctono.
Su abuelo materno tocaba el arpa y la guitarra, lo mismo que sus tias abuelas. Allí germinarian sus deseos por las artes musicales tradicionales. Integró el conjunto Los Tobas a la edad de 21 años.
Sin formación académica, ni estudios musicales interpretó la esencia de la música tradicional de Santiago.
Sus creaciones musicales nacieron en forma intuitiva en pos de la defensa de los valores naturales del santiagueño. Su música y sus letras presentan un mensaje simple y austero, de fácil interpretación literaria. En su mensaje lírico no hay metáforas.
La vidala, serenata antigua, le brotó como un don natural heredado de las bondades divinas de un Dios que le dio un timbre de voz que se indentificaba de lejos y le dio un sello natural al dúo que formó como su amigo del alma, Pedro Leandro Palomo.
No hubo arte escénico ni tampoco ningún tipo de montaje artístico, sólo hubo talento, deseos de hacer las cosas bien, amor y corazón para expresar lo que siente un santiagueño por su tierra. Así nació y se hizo este grande’ de la musica folklorica santiagueña.
* Fuente: Santiagueños http://sgodelest.blogspot.com.ar/2011/07/morenito-suarez.html
