La cadena estadounidense CNN y las agencias de noticias AFP y AP reportaron, con fuentes propias, al menos 153 muertos en el total de los ataques en Francia este viernes.
La toma de rehenes en el teatro Le Bataclan, en el Distrito XI de París, concluyó con la muerte de 112 personas. La Policía comunicó que tres de los terroristas murieron al accionar sus cinturones de explosivos cuando las fuerzas de seguridad ingresaron a la sala de conciertos para salvar rehenes. Entre las víctimas fatales también se registraron cuatro policías.
Tras anunciar el cierre de fronteras y declarar estado de emergencia, el presidente François Hollande hizo fuertes declaraciones frente al teatro de la masacre: “Queremos estar aquí, entre los que vieron cosas atroces, para decirles que llevaremos a cabo la guerra, que será implacable”.
Según testigos, citados por la AFP, los terroristas en Le Bataclan invocaron la intervención francesa en Siria para justificar su atentado. “Los oí decir claramente a los rehenes ‘la culpa es de Hollande, la culpa es de vuestro presidente, él no tiene por qué intervenir en Siria’. Hablaron también de Irak”, contó Pierre Janaszak, animador de radio y televisión que se encontraba en el teatro en el momento del ataque.
El Estadio de Francia fue cerrado por tres explosiones en sus inmediaciones, dos de ellas causadas por kamikazes, mientras se disputaba el partido de fútbol Francia-Alemania, al que asistía el presidente francés Francois Hollande, quien fue evacuado. Con estas explosiones más los diversos tiroteos en otros puntos de la ciudad, la cifra suma 27 muertos y decenas de heridos.
Más temprano, el hotel en el que se alojaba la selección alemana de fútbol de cara al amistoso que disputó contra el equipo francés fue evacuado hoy por una amenaza de bomba,confirmaron a EFE fuentes de la Prefectura de Policía parisina. La alerta, anónima, fue recibida por teléfono. Un equipo especializado se trasladó al establecimiento en busca de explosivos.
Francia ha estado en vilo desde los ataques letales perpetrados por extremistas islámicos en enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo y contra un negocio de comida kosher en los que murieron 20 personas, incluidos los tres atacantes.
La Nación