…y llegaran así, como si nada…como cada noche durante años…frescos, resplandecientes, buenos…llegarán para darnos fuerza..como cuando estábamos maniatados, vendados, amordazados (y nos hablaban al oído, de cosas buenas, de la amistad, del amor, de nuestros amores…, y el dolor se iba, los nervios se calmaban, la oscuridad se iluminaba…aparecía invencible la esperanza…
Daniel, Guilli, Fina…, los silencios metálicos de las cárceles se trizaban en risas, en tajadas de risa blanca, con sus bromas y estábamos de nuevo ahí, cómplices de un sueño de futuros limpios…Felix Daniel, Luis, Anabel…
A veces en la alta noche Marito cantaba (todavía me canta ese tema que siempre le pedía: Antes de que den las diez de Serrat. O llegaba Hugo, o Gloria con su sonrisa de mujer valiente, casi niña aun …Néstor con su cabello largo, sus lentes y su suavidad…Germán, con quien nos reuníamos los viernes y yo lo escuchaba cantar…» vamos mi amor a la zafra, tenemos que levantar, todo el dulzor de la tierra…» y tantos otros…
Llegarán como una brisa, en alguna carcajada de un niño , en algún eco.., en alguna brisa…estarán ahí entre nosotros; advertiremos su presencia …Tal vez allí ejerceremos el derecho de apartar de nuestras vidas, aunque sea por un momento, el dolor que nos hizo indestructibles…Tal vez se eleve un pequeña plegaria por ellos, por sus familias, por nuestras familias, por los jóvenes, por nuestros hijos…por nosotros…
Tal vez este miércoles 5, a las cinco en punto de la tarde.
