En total, 17,3% de los pacientes que recibieron lecanemab sufrieron hemorragias cerebrales, frente a 9% de los pacientes del grupo placebo.
Un 12,6% de los pacientes tratados con lecanemab sufrieron edemas cerebrales contra solo 1,7% en el grupo placebo.
Mortalidad por alzheimer
La tasa global es casi la misma en los dos grupos (0,7% en las personas que recibieron lecanemab, 0,8% para aquellas que recibieron el placebo).
«Es el primer medicamento que ofrece una verdadera opción de tratamiento para las personas con Alzheimer», estimó Bart De Strooper, director del Instituto británico de investigación sobre la demencia.
«Aunque los beneficios clínicos parecen algo limitados, cabe esperar que se hagan más evidentes si el fármaco se administra durante un periodo de tiempo más largo», dijo.
Por qué se desarrolla la enfermedad
En el Alzheimer, dos proteínas clave -la tau y otra llamada beta-amiloide- se acumulan gradualmente de forma anormal en el cerebro, provocando la muerte de las células cerebrales y el encogimiento del cerebro.
Esto provoca la pérdida de memoria y una creciente incapacidad para realizar las tareas cotidianas.
Esta enfermedad afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo.
El lecanemab apunta a los depósitos de la proteína beta amiloide, pero sólo en las primeras fases de la enfermedad, lo que puede limitar su uso, ya que el Alzheimer suele diagnosticarse tarde.
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