Aun cuando en los últimos meses haya mostrado plena sintonía con la retórica K, Daniel Sciolisigue siendo objeto de dudas y reparos en el kirchnerismo duro. La revelación del grueso del gabinete que pretende llevar a la Casa Rosada no ayudó a aceitar esa relación: lo protagonizán en gran parte colaboradores actuales suyos y gobernadores salientes, pero no hubo hasta ahora espacio para La Cámpora o Carta Abierta, por mencionar algunos de los sectores más elogiados por Cristina Kirchner.
Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, reconoció diferencias en el espacio que integra con esa decisión. «Hay disconformidades» con parte del equipo anunciado y también objeta «algunas definiciones del candidato», quien apuntó que «en líneas generales se presenta como el menos malo», indicó el intelectual en radio Rivadavia.
«Obviamente a mí no me conforman, a muchas personas no nos conforman», dijo. Y contó que cuando se reúnen acuerdan que van a «votar desgarrados» ante una oferta electoral «que presenta «candidatos que casi no están a la altura de las grandes fuerzas que representan».
González evaluó que la del domingo será «una elección crucial y sus candidatos son candidatos que tienen un rasgo característico, todos candidatos salidos de gabinetes de publicistas, de gabinetes de asesores, de cálculos electorales en una elección muy dura que exige frases milimétricas para no quedar mal parados». En ese sentido, dijo que para él «es un mundo incómodo porque evidentemente uno prefiere que salgan más desnudas las ideas, más claras, más diáfanas frente a la gente que tiene que votar por ellas».
«Creo que va a ganar Scioli», estimó al considerar que ve «un rasgo de sensatez del pueblo argentino», y añadió que «hay como una idea de que no se puede tirar por la ventana todo». De todos modos, confirmó que va a votar a Scioli pero admitió que lo hará con «cara larga».
Del gobernador bonaerense confió que le preocupa advertir «que algunos de sus funcionarios» se expresan «con mucha vaguedad» sobre asuntos como el tratamiento que se les dará a los holdouts, el eventual ajuste económico o la continuidad de la política de empleo.
En la entrevista, González fue consultado sobre cuál cree que será el rol de Cristina Kirchner después de dejar la Presidencia. Respondió que hay que hacer «que se respete la investidura presidencial de Scioli», aunque sea «bajo el signo de la inconformidad», porque confesó que se ve a sí mismo «siguiendo el rastro de una opinión crítica».
En ese orden, disintió de quienes dicen que el poder lo conservará la actual presidente: «No podemos alterar las instituciones, lo que podemos es seguir teniendo el mismo respeto que tenemos y también el cariño que tenemos por Cristina», completó, y vaticinó que «ella va a tener un papel excepcional porque es una líder latinoamericana».
Por último, dijo que no sabe si continuará al frente de la Biblioteca Nacional. «Soy totalmente respetuoso de lo que indique el nuevo ministro», señaló. Y con ironía confió que, sabiendo de los gustos personales de Scioli, espera «que la próxima política cultural no se base en Ricardo Montaner y los Pimpinelas», si bien reconoció que «nadie puede inhibir a un presidente de tener sus gustos».
