A sus 51 años Maju Lozano contó en su despedida de “Todas las tardes” que le dieron diagnístico de autismo: “ya no estoy más rota” dijo.
Maju reconoció que había temas del programa que ya no podía soportar, que estaba llegando angustiada a su casa, “yo ya no era feliz” afirmó. “Me resultaba dificil explicarle a mi hijo por qué volvía llorando a casa”.
“Soy una amante de lo positivo, de la alegría y yo elijo transitarlo desde el aprendizaje y el humor y eso con el rumbo obvio y lógico que tenía el programa yo no podía hacerlo, hay gente que lo hace mejor, tiene otro tipo de personalidades y a mí no me pasa eso”, agregó la conductora.
“Por otro lado, hace un tiempo muy largo vengo transitando un momento personal y es algo que trajo mucho alivio a mi vida, a mi amor, Juan, que te amo y a mi hijo y es algo que me venía atravesando desde muy chica, que pensé que era adoptada, siempre me sentí desde muy chica que me sucedían cosas que no sucedía, como no tolerar el color rojo, no comer frutillas, no comer arándanos y desde el año pasado encontré profesionales excelentes y el 5 de mayo tuve el gran alivio y entendimiento, y sentí que pertenecía a un lugar y fui diagnosticada de autismo y para mi es volver a nacer, es reconstruir 51 años de explicaciones donde no las había”, confesó.
“Hay días que no pasa nada, y hay días que me duele que me miren, que me duele que me toquen”, dijo, explicando en parte por qué siempre se sintió distinta.
“Tengo un tema de sociabilidad dentro de mi espectro, pero había cosas que no entendía, que me cansaba, que necesitaba dormir, es parte del enmascaramiento del autismo”, dijo, “es un gran alivio saber que soy autista porque ya no sabia donde más ir”.
La Ubfal
