Niños con Estrés, ¿Cómo apoyarlos?

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Los niños* durante su crecimiento se enfrentan a situaciones y cambios que pueden provocarles estrés, en años anteriores se pensaba que a los niños no podía pasarles esto, sin embargo de acuerdo a varias investigaciones en los últimos años se sabe que los niños se estresan al igual que los adultos cuando existen situaciones o demandas que exceden sus recursos de respuesta, hay una sobrecarga de dicha situaciones. El estrés se experimenta de muchas formas y varía según su nivel de desarrollo y su experiencia previa en la vida.

Recordemos que el estrés es una respuesta natural y espontánea que permite enfrentar o huir de las amenazas, indispensable para la vida

El estrés es un proceso fisiológico normal de estimulación y de respuesta indispensable para la vida, sin embargo tiene consecuencias negativas cuando se presenta constantemente. En este caso se exige un exceso de adaptación física, psicológica o biológica y una respuesta que va más allá de la normal. En su aspecto positivo el estrés puede llevar a acciones eficaces y de oportunidad ante situaciones riesgosas. En el caso de los niños puede originarse por grandes cambios en su vida cotidiana, por acontecimientos vitales que implican cambios en las actividades habituales que representan retos y la respuesta del niño depende de la percepción y evaluación de la situación que en ocasiones puede ser muy negativa y originar preocupación y miedo en el pequeño.

Los niños reaccionan ante el estrés como lo hacen los adultos así que la reacción de los padres ante situaciones estresantes puede influir en la respuesta de los niños ante esta

Los niños reaccionan ante el estrés como lo hacen los adultos así que la reacción de los padres ante situaciones estresantes puede influir en la respuesta de los niños ante esta. Sin embargo, existen durante la niñez se presentan situaciones y acontecimientos que pueden ser considerados como provocadores de estrés porque pueden implicar una amenaza real o potencial para el bienestar, pueden implicar daño o pérdida, son retos ante los cuales el niño tendrá que responder, estos pueden ser desde los más habituales hasta los más inesperados.

 

Situaciones estresantes infantiles

 

En la familia:

  • Nacimiento de un hermano. 
  • Conflictos con los padres o entre los padres. 
  • Enfermedad de un miembro de la familia o del niño.  
  • Fallecimiento de un miembro de la familia. 

 

En la escuela:

  • Cambio de escuela. 
  • Repetir año escolar. 
  • Cambio de profesor. 
  • Peleas con los compañeros de clase.

En la social:

  • Pérdida de un amigo.
  • Ingresar a un nuevo grupo
  • Rechazo de los compañeros.
  • Situaciones catastróficas.

Su niño podría tener estrés si presenta:

  • Alteraciones de sueño.
  • Cambios en su rendimiento escolar.
  • Cambios en su apetito, come más o menos de lo habitual.
  • Se muestra triste o enojado con frecuencia.
  • Deja de realizar actividades habituales como jugar.
  • Cambios notables en su conducta.
  • Dolores físicos como dolor de cabeza.
  • Problemas para concentrarse.

 

Recomendaciones para apoyar a su niño: Este al pendiente de cualquier cambio en su conducta o estado de ánimo. Ponga atención cuando su pequeño quiera hablar con usted. Explíquele con claridad cualquier situación, aclarándole los detalles porque el puede crearse una idea equivocada e incluso pensar que ciertos acontecimientos son ocasionados por su culpa. Hable con él, pregúntele como se siente y escúchelo. Muéstrele su apoyo, abrácelo y dígale cuanto lo quiere. Busque los aspectos positivos de las situaciones estresantes y compártalas con él. Procure proporcionar alimentos saludables Realicen actividades deportivas, lúdicas y creativas que permitan al niño relajarse. Acuda a un profesional para la atención del pequeño, que sin duda le apoyará de manera personalizada. El manejo del estrés por parte de los niños puede depender de varias cuestiones, pero el apoyo de los padres o sentirse apoyados, escuchados y comprendidos es indispensable para los niños ya que son las personas más importantes y cercanas con las que cuentan para resolver conflictos, por ello los padres pueden ofrecer a sus hijos de forma amorosa una solución a una problemática que para los pequeños podría ser lo más difícil y terrible del mundo. Recordemos que el estrés es una respuesta natural y espontánea que permite enfrentar o huir de las amenazas, indispensable para la vida, por ello debemos aprender a manejarlo y apoyar a los pequeños a hacerlo.

*Se usa el término niños para referirse a niñas y niños y abreviar la lectura.

Te recomendamos leer el libro: Schmitz, C. y Hipp, E. (2005). Cómo enseñar a manejar el estrés a niños y adolescentes. Editorial Pax México: México.

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