"Thirst" Ciclo de Cine Fantástico en el Cineclub Melies

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Hora
Lunes, 25 de abril · 21:30 – 23:00

Lugar
Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales “Emilio y Duncan Wagner”
Avellaneda 355 (Pegado al TEATRO 25 DE MAYO)
Ciudad de Santiago del Estero (Santiago del Estero)

Creado por


 

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SINOPSIS
Un experimento médico fallido convierte a un sacerdote en un vampiro. Sang-hyun es un caritativo sacerdote que visita con frecuencia a los pacientes del pequeño hospital de su ciudad. Aunque es respetado por su fe y su dedicación a los demás, vive atormentado por las dudas y la desesperación que despierta en él un mundo dominado por el sufrimiento y la muerte. Con la intención de salvar vidas, se traslada a África para …participar en un proyecto para encontrar una vacuna contra un virus letal. Una vez allí, contrae una enfermedad mortal de la que se recupera casi milagrosamente. Entonces, la gente, convencida de sus poderes de curación, comienza a ir en peregrinación para conocerlo. Sin embargo, una noche, Sang-hyun sufre una recaída y se muere. A la mañana siguiente, se ha convertido en vampiro: se siente animado por una nueva vitalidad pero huye de la luz y siente rechazo por sí mismo al ver que no puede evitar actuar como un vampiro.

CRITICAS:
Sorprenden los minutos iniciales de Thirst por su rara contención, por su apuesta por la ascesis. En cierto modo rememoran los planos cortantes de Sympathy for Mr. Vengeance, cuya desnudez no hacía presagiar el ansia por el psicoticismo visual que desprendería la obra posterior de Park Chan-wook. Como si se tratase de una purga estética enlazada a un sentimiento de contrición, el cineasta coreano nos somete a las dudas existenciales de un sacerdote que encontrará en su entrega absoluta por el prójimo el mayor pecado. La conversión del sacerdote en un vampiro plantea, por mera sintaxis, un suculento conflicto moral para un hombre que se debe al Otro, pero que terminará alimentándose de él. No obstante, Park Chan-wook no es un teórico, es un brillante escrutador de las pasiones humanas, un individuo atormentado por la culpa, la redención, el sexo, la venganza…Al coreano le pone la tragedia griega, el catolicismo, la novela decimonónica, y ahora también el folletín rosa, el puro esperpento. Y sobre todo, es un cineasta relacional, que entiende los conflictos del Yo como el resultado de su interacción con los demás. Así, cuando el vampirismo se reduce a símbolo liberador, la película efectúa un brillante viraje hacia el humor bufo, el melodrama desatado, y el erotismo bizarro. El resultado deriva en una historia de amor fou, no muy distinta a la ejecutada en su anterior Soy un cyborg. Park Chan-wook es uno de esos benditos que cuando abre un plano, uno nunca sabe dónde va a cerrarlo. Thirst ejemplifica este aforismo en formato largometraje.
Roberto Alcover Oti (Miradas)

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