Gerardo Sofovich mantenía una larga relación de amistad con Carlos Menem. Este domingo, el conductor falleció a los 77 años en la clínica Suizo-Argentina y el ex presidente lo recordó con cariño: «Tengo una tristeza enorme porque se fue más que un amigo, un hermano. Un hombre a quien aprecié siempre, el también me expresaba su cariño, permanentemente».
En una entrevista con Jorge Lafauci en el programa Todo por Hacer de Radio 10, el senador aseguró: «Mi tristeza no tiene límites por este amigo que se fue. Espero que el tiempo pueda ir sanando esta herida que nos deja Gerardo. Un hombre de bien. Un hombre que todo lo que hizo, lo hizo en beneficio de Argentina, de nuestra gente, de nuestro pueblo. Una pérdida enorme y espero que esta herida que nos deja se pueda cicatrizar si es que se puede. Todo lo que hizo en su vida fue tratar de favorecer a aquellos que más lo necesitaban».
Cabe recordar que en 1989 cuando Menem era presidente lo nombró a Sofovich comoCoordinador del Zoológico de la ciudad de Buenos Aires. Luego en 1992 fue designado por el mandatario interventor de Argentina Televisora Color (ATC).
Además, señaló que la adicción al cigarrillo le trajo serios problemas de salud al conductor: «Cuando yo era gobernador ya lo conocía de mis viajes a Buenos Aires, siempre teníamos encuentros, reuniones. Lamentablemente, lo digo con cariño, no se cuidó, lo digo con cariño. Uno de los peores males fue el cigarrillo. Era impresionante como fumaba aún en los últimos tiempos».
Menem aseguró que no esperaba un final de esta manera y afirmó que no irá al velatorio que se realizará en la Legislatura Porteña: «No voy a ir porque el dolor que tengo va ser peor, verlo en su lecho de muerte, no tiene sentido que vaya. Todo el mundo sabe el cariño que le tenía».
Por último contó una anécdota relacionada con su hijo Carlitos Juniors: «Con mi hijo Carlitos, que desgraciadamente también se nos fue, lo seguíamos siempre, éramos muy amigos. Carlitos no quería saber nada con el cigarrillo. Un día fuimos al departamento de mi hijo y lo primero que hizo Gerardo fue prender un cigarrillo. Le abrió la puerta del balcón del departamento y le dijo ‘mirá Gerardo, cualquier cosa, menos fumar’. Le abrió el balcón y él siguió fumando ahí».
