Adopción y segunda infancia: la importancia de realizar talleres de sensibilización

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El Registro Único de Adopción (RUA) del Poder Judicial continúa apostando a generar una mayor apertura hacia la adopción de niños que se encuentren transitando la segunda infancia, etapa del desarrollo que comprende de los 7 a los 12 años.

Unas de las herramientas fundamentales para concretar este objetivo son los talleres que el Organismo judicial realiza, en colaboración con la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SubNAF), que es la encargada de realizar asuntos administrativos de quienes se postulen para ser adoptantes.

Tras realizar el primer paso, que consta en la presentación de una nota manuscrita por parte del aspirante, explicando las motivaciones y expectativas, se realizan, una vez por mes, cinco talleres obligatorios: 1) Informativo y formativo; 2) Niños y niñas que transitan su segunda infancia y/o adolescencia; 3) De Identidad; 4) Taller de niños y niñas y/o adolescentes con situaciones complejas de salud; e 5) Informativo a cargo de autoridades y equipo técnico de la SubNAF.

Según informes del RUA, el principal objetivo de los talleres es generar un espacio de reflexión sobre las temáticas abordadas, teniendo en cuenta que la mayoría de la sociedad concibe que la adopción solamente sea posible con bebés y no con niños en la segunda infancia o adolescentes, que ya poseen otras vivencias y una identidad genuina.

Cuando culminan los talleres, los postulantes presentan la documentación administrativa correspondiente, (certificados de buena conducta, de residencia, de buena salud, de ingresos, etc), para después trabajar con  el equipo técnico en las entrevistas y en las visitas de trabajadores sociales a los domicilios, adaptándose a las necesidades del o los postulantes.

Este trabajo se intensifica cuando se trata de la adopción de niños 7 a 12 años. Consecutivamente, se realiza un informe que es elevado a las Secretarias de las Cámaras de Apelación Civil y Comercial, que son quienes dictan la viabilidad o no viabilidad del proyecto. Una variable que puede resultar en la no viabilidad del proyecto, podría ser que los postulantes no cuenten con la situación habitacional adecuada para un niño; o que prevalezca una necesidad de adoptar por sobre el deseo de hacerlo.

En caso de obtenerse la viabilidad, el o los postulantes ingresan al Registro Único, se les otorga un número de legajo y una orden de prelación.

Cabe resaltar que el RUA es un organismo colaborativo, y es la última entidad en llegar al niño, después de que el Juez y la SubNAF hayan realizado sus tareas pertinentes para que vuelva con su familia biológica.

El lapso temporal para concretarse la adopción depende de cada caso, ya que hay postulantes que concurren a los talleres y se toman mucho tiempo para presentar la documentación requerida.

Un punto importante es que el RUA fue incorporado a finales de 2015 a una Red de Registros a nivel nacional. Es decir, si no hay postulantes locales, se pueden buscar en otras provincias, y también se pueden pedir postulantes santiagueños desde otras provincias.

Finalmente, cuando llega el oficio del niño, niña o adolescente, se trabaja por una orden de prelación, éstos son los cinco primeros legajos ordenados de acuerdo al orden de postulantes. Si se trata de un caso excepcional, de acuerdo a las necesidades del niño, se puede buscar el postulante más adecuado.

El equipo interdisciplinario del RUA no sólo trabaja antes de la adopción, sino que se acompaña en la guarda pre-adoptiva, que son los seis meses anteriores a la adopción plena, en donde los postulantes necesitan de un abogado que realice el trámite de la misma.

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